Los eurodiputados piden a la UE y a los Estados miembros que luchen contra el antigitanismo y la pobreza extrema entre los romaníes.
Una vez más el Parlamento Europeo ha reaccionado ante los ataques violentos que están sufriendo en buena parte de Europa la población gitana. Por ello nos complace atestiguar que los representantes de la soberanía europea han sido sensibles ante el clamor de petición de justicia que los representantes de la comunidad gitana formulan a las autoridades europeas.
La Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE) del Parlamento Europeo adoptó, el jueves 3 de septiembre, una resolución sobre la lucha contra las actitudes negativas hacia las comunidades romaníes en Europa.
La resolución―, que fue propuesta por el eurodiputado Sinto (gitano alemán) Romeo Franz (Verdes/ALE) en su informe sobre la implementación de estrategias nacionales para la inclusión del pueblo romaní―, se someterá a votación en la sesión plenaria de octubre.
El texto recuerda que una proporción significativa de la población gitana en Europa vive en condiciones "extremadamente precarias", que se han visto agravadas por la pandemia de la Covid-19. Los eurodiputados lamentan que la situación de la población romaní en la UE, que consta, según los datos que conoce la Unión Romaní Internacional, de ocho millones de personas (diez millones en toda Europa), no haya mejorado en los últimos años. Denuncian una “falta de voluntad política” al respecto, así como un “antigitanismo estructural”.
Hace falta una directiva específica para defender los derechos de los gitanos en Europa
La resolución pide a la Comisión que presente una propuesta de directiva para la igualdad y la integración de los romaníes en Europa a partir de 2020, en la cual se ponga “la lucha contra la pobreza y el antigitanismo en el centro de la agenda”.
Esta propuesta, sugieren los eurodiputados, debería incluir un plan para eliminar las desigualdades en materia de vivienda, salud, empleo y educación, así como establecer objetivos vinculantes específicos para mejorar la inclusión.
El eurodiputado gitano, por su parte, insistió en la necesidad de imponer medidas y objetivos vinculantes a los Estados miembros. Sin esto, nada cambiará y lamentó que las estrategias adoptadas en los últimos diez años no hayan tenido los efectos que se esperaban.
Pero no bastan las buenas intenciones. Hace falta financiación para que la propuesta del Parlamento no se quede en puro voluntarismo.
La resolución también pide a la Comisión que considere una nueva herramienta de financiación que esté vinculada a un programa de financiación social y educativo ya existente, para promover la educación de calidad entre el alumnado romaní “que se enfrenta a la pobreza extrema y que no tienen acceso a los instrumentos de financiación de la UE vigentes en el ámbito de la educación y la inclusión social”.
Los Estados miembros deben actuar con programas propios además de los establecidos por la Comisión Europea.
Desde la Unión Romaní Española nos complace resaltar el contenido de la Resolución de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior y espera que en el pleno del Parlamento que se celebrará el próximo mes de octubre está Resolución sea aprobada por la inmensa mayoría de los europarlamentarios. Nosotros estaremos atentos para saber quienes son los eurodiputados racistas ―que los hay y los conocemos― que se nieguen a favorecer esta justa causa. También hay varias peticiones a los Estados miembros: se les pide que desarrollen estrategias nacionales para la integración del pueblo gitano y que se reconozca oficialmente el antigitanismo como una forma específica de racismo contra el pueblo romaní
Juan de Dios Ramírez-Heredia Montoya Abogado y periodista