Somos peces o seres humanos?

Solemos utilizar la expresión «tiene memoria de pez» para referirnos a personas con poca capacidad de retención, olvidadizas, indiferentes. Y ello trae causa en el hecho de que los peces tienen una memoria de treinta segundos, aunque algunos estudios la elevan a quince días cuando se trata de recordar el lugar en el que se les suministra comida.

En el lado opuesto se encuentran, por este orden, los delfines, los elefantes y los chimpancés. 

Viene esto a colación porque no acierto a entender cómo en las encuestas que circulan por los medios se aprueba la gestión del Gobierno en el COVID-19, también llamado COVID 8M –dejo a un lado la del siniestro Tezanos, candidato a malversador de fondos que ha convertido al CIS en una cloaca–.

Soy demócrata convencido, respeto la opinión de los demás, pero, o las preguntas tienen truco o quienes así contestan están apesebrados, son militantes, fanáticos o albergan experiencias inconfesables.

Por cierto, ya que hablamos de fauna, no vale pulpo como animal de compañía. Lo digo porque muchos de los comentarios que recibo a mis artículos no juzgan la acción del Gobierno; sus autores se metamorfosean de pez a delfín, elefante o chimpancé y recuerdan la gestión del PP en el Prestige, 11M o sus abundantes episodios de corrupción.

Eso sí, retoman la apariencia de pez y se olvidan de los episodios análogos –en corrupción, mucho más graves– del PSOE.

Queridos amigos, se juzga la gestión del Gobierno actual.

Un Gobierno que acumula el mayor número de muertos por millón de habitantes del mundo; un Gobierno que ha abandonado a su suerte a seis mil ancianos que han fallecido sin haber tenido la posibilidad de ingresar en un hospital para intentar curarse; un Gobierno que no proporciona EPI a quienes bregan contra la pandemia, ni respiradores a los hospitales; un Gobierno que dispensa mascarillas defectuosas al personal sanitario con riesgo de su salud y de su vida; un Gobierno que cierra el portal de transparencia para evitar controles; un Gobierno que utiliza a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como pantalla ante su incompetencia; un Gobierno que censura; un Gobierno que no sabe cómo sacar los niños a la calle.

Aun así, ¿aprobamos su gestión?

Quizá tenga razón Nietzsche, para quien el ser humano juzga con amor y con odio. Aquí predomina el odio (al PP, por supuesto).

Por cierto, habría que suprimir el impuesto de sucesiones en período coincidente con el estado de alarma. De otro modo, quienes por acción u omisión son causantes de las muertes pasarían de ser responsables a beneficiarios.Lo dijo Einstein: «La mente es como un paracaídas, solo funciona si se abre».



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