No era que digamos un deportista querido por la afición española, sus disputas rozando la ilegalidad con nuestros pilotos despertó enemistades y odios, era el hamilton de las motos salvando las distancias, si seguía corriendo asíalgúndiahabría una desgracia, y así fue, pero paradojas del destino, de la forma mas estúpida y sin poder echar la culpa a nadie, el mismo se encontró con la muerte antes que otro compañero.
Para mayor desgracia aún, uno de sus mejores amigos(Rossi), participó involuntariamente en el fatal accidente.
Decían que podría llegar a ser el futuro campeón del mundo, calidad no le faltaba y era de esperar de que ese carácter agresivo se limaría con el paso del tiempo.
De odiado a llorado en tan sólo algunas vueltas, Italia y el mundo entero del deporte llora la muerte de un deportista.
Pero hoy y ayer en nuestras carreteras mueren y sufren secuelas irreversibles al año much@s motoristas por el lamentable estado de nuestra red vial, ninguno será llorado tanto mundialmente.
Aunque todos harán sufrir igualmente a sus seres queridos, el mismo dolor de alma que sufrieron los familiares y amigos del piloto italiano, lo llevarán en su corazón los familiares y amigos de los cientos que mueren al año en nuestras carreteras.
La competición deportiva cuenta con medidas de seguridad tan grandes que una caída o un golpe que para un motorista de carretera podría ser mortal, para ellos a veces son simples rozaduras o magulladuras, contando con que no tienen coches que se cruzan en su camino, ni los innumerables obstáculos con los que se encuentran, ni los malditos quitamiedos/mutiladores, ni tantas otras “trampas” con las que se encuentran.
Seguramente este accidente en Sepang servirá para revisar los protocolos de seguridad de los circuitos.
Lamentablemente no sucede igual en nuestras carreteras por el motorista que hoy se ha caído y mañana enterrarán porque su nombre no era conocido ni ha salido en los medios.
Porque muerte tras muerte(mas de 250 en lo que va de año),invalido tras invalido,(cifra sin cuantificar), año a año las carreteras españolas no se adecuan a las necesidades de estos vehículos que demandan muerte a muerte medidas y carreteras seguras ¡Ya!.
Marco Simoncelli y estos más de 250 anónimos.
Descansen en Paz