Las nuevas medidas adoptadas en materia laboral este fin de semana van en contra de la necesaria recuperación de la economía española. Se trata de unas medidas que dan de lado al mundo empresarial, que se ha puesto en cabeza para luchar en conjunto frente a la crisis sanitaria y de quien depende el empleo a futuro.
Tenemos la sensación de que las medidas que se están adaptando son improvisadas, sin tener en cuenta las características particulares de los sectores. Estas medidas no nos dejan margen de maniobra y generan una desconfianza contra el empresariado, que ya está ahogado y luchando por mantener el empleo y la propia supervivencia de las empresas. Es inaceptable que, en un momento en el que los esfuerzos deberían ir orientados en conjunto, se coloque en el foco de la sospecha a quienes están luchando por la continuidad económica del país sin recibir ayuda alguna.
La prohibición del despido y la suspensión de los contratos temporales obliga a asumir todos los costes labores, lo que conlleva empresas con empleados pero sin clientes. Por lo que si el Gobierno no replantea sus medidas, muchas pymes y autónomos estarán abocadas a desaparecer, y ya no habrá actividad que retomar dentro de seis meses ni empleo que proteger. No queremos ni podemos volver a alcanzar las cifras de desempleo que tuvimos por la crisis de 2008, de la que tanto nos ha costado recuperarnos, pero el 90% del tejido empresarial lo componen pymes y autónomos, que están en riesgo extremo con estas medidas, y si además tienen que asumir nueve días de permiso retribuido a los trabajadores, llevará a una inexorable destrucción de numerosos puestos de trabajo.
Cumpliremos las medidas del Gobierno, como siempre hemos hecho, porque la prioridad es la salud de las personas y eso lo tenemos claro. Pero como venimos reiterando desde el inicio de la crisis, si no se toman medidas económicas que
amortigüen las pérdidas llevaremos a la economía a una situación irreversible en la que la reactivación empresarial quedará expuesta. El Gobierno no adopta medidas económicas a la altura de la situación y nos aboca a la quiebra y cierre de muchas de las empresas que trabajan por mantener el tejido empresarial y el empleo.
Venimos reclamando al Gobierno medidas reales y extraordinarias para afrontar esta situación, que hasta la fecha no han sido atendidas, y que son aún más urgentes si cabe, porque, aún no han atendido a nuestras inquietudes sobre qué va a suceder el próximo 31 de marzo (mañana), cuando nuestras empresas tengan que afrontar los pagos de las nóminas o de la Seguridad Social, o en el mes de abril cuando haya que atender las obligaciones en materia de IVA e IRPF.
Por esto, los jóvenes empresarios asturianos seguimos reclamando al Gobierno la necesidad de las siguientes medidas:
• Aumento del aplazamiento del pago del IVA del primer trimestre de 2020 a 12 meses, sin intereses o supresión del mismo mientras dure el cierre.
• Suspensión del pago de la cuota de autónomos durante dos meses o tres, en función de la duración de la situación de alarma.
• Aplazamiento de las cuotas de la Seguridad Social a 6 meses sin intereses. Para aquellos que continúen con su actividad, pero no haya caído hasta un 75%
• Creación de líneas de financiación para circulante a tipo “cero”.
• Y si la situación se prolonga, bajada de los tipos impositivos en el IRPF e Impuesto de Sociedades para autónomos y Pymes.