El próximo día 21 en la madrileña y antigua plaza de Vistalegre, ahora palacio multiusos, hará el paseíllo, entre vítores y olés de sus entregados incondicionales, la pareja formada por Pablo Iglesias e Irene Montero que en escasos seis años -partiendo de un ideario revolucionario, antisistema, anticapitalista, comunista sincero y, sobre todo, anticasta te lo juro por lo que más quieras- consiguieron levantar un proyecto en común, ubicarse en un chalet en Galapagar de 600.000 euros, y, tras los peores resultados electorales, convencer a un desnortado socialista Pedro Sánchez para formar una coalición y entrar en el Gobierno de España; Pablo como vicepresidente e Irene como ministra de Igualdad.
Pablo Iglesias e Irene Montero llegarán a Vistalegre con una mochila cargada de propuestas diferenciadoras en relación con los partidos tradicionales. Las más sobresalientes -una vez que la pareja ha tocado poder- las referidas a la limitación salarial, la limitación de los años de mandato y la posibilidad de simultanear cargos. Todo un código ético a la medida de ambos para perpetuarse, pagar holgadamente la hipoteca y vivir "como reyes" de la política.
Lo del próximo día 21 será toda un fiesta entre iguales. Al finalizar -ya se verá- la brava pareja subirá a los coches oficiales para trasladarse a su hacienda de Galapagar; poco después -tras una jornada tan transformadora- los mansos de siempre andando a sus corrales.