Creemos representar a más del 80% de la plantilla de ALIMERKA que estamos acudiendo a nuestros puestos de trabajo, y haciendo caso omiso de una convocatoria de huelga que no compartimos por diferentes razones, ni en el fondo ni en la forma.
En el fondo, porque, aunque como es lógico queremos disfrutar de las mejores condiciones en todos los órdenes, somos conscientes de la situación del consumo en nuestra Asturias. Nosotros mejor que nadie sabemos que este no se ha recuperado y que el pulso económico que lo alimenta es débil. También sabemos que, gracias al esfuerzo compartido, hemos atravesado los peores años de la crisis sin ajustes en el empleo, y a diferencia de otros sectores, sin pérdidas sociales o salariales.
También somos conscientes de que tenemos que mejorar nuestras condiciones en algunos aspectos y por ello la mejora salarial acordada para el convenio que se negocia de más de un 12% nos parece un paso importantísimo, así como el aumento de los días de vacaciones y la subrogación de plantillas en caso de compra o venta de compañías, entre otros capítulos.
Y también queremos depender menos de complementos variables poco objetivables y que se incentive más el buen desempeño. Que el 20% de contratos temporales disminuya y se aumente más los de jornada completa. Y que cobre más quien más aporta.
Por ello, que nadie piense que somos conformistas, que no reivindicamos o que estamos identificados al 100% en estos temas con los planteamientos de la empresa, porque no es así tampoco.
Pero de esto, a lo que estamos viviendo estos días hay una distancia sideral!!!
Se ha optado por la confrontación cuando existe un acuerdo en más del 80% de las reivindicaciones. Se convoca una huelga con una duración inusual y se hace además en los días de mayor venta del año con lo que se provoca un daño económico que acarreará importantes consecuencias y se origina un perjuicio a miles de clientes que tardaremos en recuperar y de lo que, lógicamente, se aprovecha nuestra competencia.
Pero tan grave como esto son las formas. El derecho a la huelga es sagrado, y no podemos renunciar nunca al mismo. Pero bloquear centros de trabajo, insultar y amenazar a quien quiere trabajar, coaccionar a clientes para que no entren en las tiendas, eso no tiene nada que ver con reivindicar mejoras para los trabajadores.
Son estas prácticas lamentables envueltas en un lenguaje tan viejo como cínico, que pretende escudarse en el derecho a informar. No informan de nada, solo pretenden imponer por la fuerza lo que no consiguen con la razón y utilizan para ello a personas que no solo no son de la empresa, sino siquiera del sector. Profesionales de la protesta y la algarada que no tiene nada o poco que perder, porque nunca han sabido esforzarse para ganar algo.
Estamos hartos de que hablen en nuestro nombre. Lo decimos alto y claro. No nos representan a más del 80 % de la plantilla de Alimerka.
Y por si queda alguna duda que sepan que, pese a dificultades que podamos tener, estamos orgullosos de nuestra empresa. De trabajar en ella, de contribuir a mejorarla en todos los campos y, por supuesto, en el de sus empleados. Pero que no mientan, que no engañen y si no desean sumar, por lo menos que nos dejen seguir atendiendo a nuestros clientes de la mejor forma que sabemos hacerlo.