Estuve pensando desde la noticia y recuerdo hace unos años cuando trabajé en mi anterior empresa, un dia tuve ocasión de cambiar y dejar aquella en la que había estado trabajando: llamé a mi jefe, a mis compañeros, a mis clientes y les avisé que cesaba definitivamente, que me iba porque creia( acerté), que iba a estar mejor con mi nueva situación.
Hablé personalmente con mi jefe, con cada compañero y con los que habían sido mis clientes y les agradecí el trato recibido y que esperaba haberles tratado como se merecían-bien en todos los casos, a mi jefe le agradecí la confianza que en su dia habia tenido en mi, a mis companeros, el buen ambiente y la ayuda que me prestaron cuando les necesité y a mis clientes que esperaba haberles atendido bien y a todos ellos que seguro que a lo largo del camino nos volveriamos a encontrar.
La satisfacción de dejar algo y poder seguir mirando a la cara del otro no hay dinero que lo pague.
A continuación y como cesaba en la empresa, entregué mis armas de trabajo,( ordenador, móvil, etc) y disolví por completo mi relación con la anterior empresa, de ella tan solo me quedaba con los recuerdos.
No me fui con la condición de que si en la nueva empresa me iba mal, volvería sobre mis pasos y me guardé por si acaso el móvil o el ordenador o algún otro "arma" de trabajo.
Cese con todas la consecuencias, a riesgo de que me fuera mal.
Me fui dando gracias y disculpandome por cuando no pude haber hecho o cumplido con mis expectativas.
"El que tenga oidos para oir, que oiga."