A esta misma hora que escribo estas letras está a punto de acabar la comida. Faltan los postres y antes los novios, José Ramon y Marta, tienen que partir y servirse mutuamente la enorme tarta de seis pisos, que impregnada de merengue y almíbar, preside su mesa, y todo bajo la atenta mirada del maestro de ceremonias. El fotógrafo preparado y los invitados atentos. Apenas depositados los trozos en el plato, la alegría desbordante en forma de aplausos y deseos de felicidad y dicha invade la sala. Resuena esa expresión tan espontánea y familiar de : ¡Viva los novios! ¡Viva los novios! ¡Que se besen, que se besen! Parece que fue ayer, y todo esto ocurrió un 7 de agosto de 1969, meses después que John Lennon y Yoko Ono se casaran en Gibraltar ,un 25 de marzo ; que se implantará el primer corazón artificial en la clínica San Lucas de Houston (Texas) y a pocos días que el hombre pisase la Luna un 20 de julio o que Franco, al día siguiente, presentase ante el Consejo del Reino la designación de Juan Carlos I como sucesor al trono.
De todo esto se daba cuenta ayer, sábado, 3 de agosto, en las Escuelas de Collado, en la improvisada fiesta que amigos, vecinos y familiares, hicieron a José Ramón Piedra Hevia y a Marta Vega Camino al cumplirse CINCUENTA AÑOS de su matrimonio. En el pequeño vestíbulo de entrada, ampliada, lucía una fotografía ampliada de los novios, precisamente en el momento de partir la tarta. Parece que fue ayer y de todo ellos dábamos cumplido testimonio los allí presentes, que en mayor o menor medida estábamos influidos por ese acontecimiento. Para recibir a los novios música de los 60, con Raphael como protagonista y los sones solemnes de aquel clásico anuncio de Persil de los 60 de : “Case su ropa con Persil…Persil lava como usted desea…Persil besa las manos que lava …”.
Se nos convocó secretamente a las 20:30 horas y casi los últimos en llegar, los novios, desconocedores de todo lo que se movía entre bastidores. Al llegar y ver la multitud agolpada en torno a la entrada del edificio y escuchar los aplausos y vivas, la emoción se apoderó de ellos, y cada uno lo expreso a su manera. Marta, con lloros. Ramón, con cara de asombro e incredulidad. Después los abrazos, felicitaciones y saludos. Dentro nos esperaba una “espicha” bien surtida y variada que hizo los deleites de todos. No faltó ni el café, ni el chupito , ni ramo de flores para la novia, ni partida de parchís, ni décimo de lotería con la fecha de la boda... Y así nos dieron la una, las dos…Por el medio las palabras de rigor, bien hiladas y argumentadas por Begoña, de la Asociación de la Alpargata, que hizo un sencillo y profundo rastreo por la vida de los protagonistas, en una larga convivencia de cincuenta años, con alegrías y penas, con bajadas y subidas, y con un balance que está a la vista de todos: siete hijos, nietos y supongo que no tardando mucho biznietos, pero donde no faltó el amor, el estímulo , el combustible necesario para que el barco no encallara, y es que si me falta el amor, nada soy, y si alguno lo duda que pregunte. En tiempos de robótica e inteligencia artificial viene bien recordar que amar exige esfuerzo, renuncia, cesión, entrega , y quien no lo vea así, se equivoca, por muchas películas o asesores que vea y tenga, salvo que quiera enamorarse de sí mismo, lo que le incapacita para amar a otro. Ya los clásicos, a quienes siempre acudo en caso de necesidad, suelen recordarme como en su día el ilustre Manco de Lepanto, Don Miguel de Cervantes, personaje de ajetreada vida, que no debemos confundir el amor con el apetito, trampa en la que suelen caer muchos jóvenes en la actualidad, azuzados por una sociedad de consumo que sólo airea la parte placentera de la vida y evita hablar de penas y problemas, que existen, como también existe la alegría y el gozo, y donde hay quien llega a dar más importancia a las cosas que las personas. De todo ello es claro ejemplo el elevado número de divorcios y separaciones que desintegran la sociedad y la debilitan- en 2018 se tramitaron 106.674 demandas de divorcio y 5030 de separación-. Todo esto afecta a la cuenta de resultados.
En épocas de bodorrios mediáticos, de Sergios , Pilares y Belenes, ejemplos como el vuestro, Ramón y Marta, Marta y Ramón, bien merecen estas palabras que buscan felicitaros en fecha tan señalada y agradeceros el mucho bien que vuestro ejemplo transmite y que nos invita a los demás a emularos, y es que: “Quien acierta en casar, ya no le queda en que acertar”. Lo mismo expresan José Luis, Emma, Begoña, demás vecinos de Collado y otras personas presentes con este emotivo y original homenaje. ¡Muchas felicidades! ¡A por las de platino! ¡ Un fuerte abrazo!