Un apellido histórico del socialismo asturiano, Barbón, encarnado en un joven de 40 años de Laviana, donde ha sido alcalde durante nueve años, será a partir de hoy la marca ejecutiva de la autonomía asturiana al haber tomado posesión Adrián Barbón a mediodía en el palacio de la Junta General del Principado como noveno presidente de la autonomía, el primero nacido después de que estuviera vigente la Constitución española.
La urgencia para que España cuente con nuevo presidente y gobierno impidió que su mentor Pedro Sánchez estuviera hoy en Oviedo. Al final la ministra de Sanidad, la asturiana María Luisa Carcedo, y el de Agricultura y otros cargos Luis Planas representaron al Gobierno en funciones de la nación. No faltó tampoco la portavoz del grupo socialista en el Congreso Adriana Barbón ni el resto de la plural familia política asturiana, incluidos tres ex presidentes, Pedro de Silva, Juan Luis Rodríguez Vigil y Francisco Alvarez-Cascos, además del saliente Javier Fernández, algo emocionado, con alusión a los tres que han fallecido a lo largo de estos cuarenta años de autonomía: Rafael Fernández, Sergio Marqués y Vicente Alvarez Areces. Si que eché en falta, por cierto, a otro ex presidente, el avilesino Antonio Trevín que no para de viajar desde que fichó por Laminados de Asturias.
El acto fue retransmitido en director por el ente público Radio Televisión del Principado. Al final del mismo sus cámaras nos lanzaron una lluvia de declaraciones de diputados socialista ignorando descaradamente a la oposición, con las excepciones de Gaspar Llamazares e Ignacio Prendes, éste, por cierto, en horas bajas en su partido desde que en la ultima reunión del ejecutivo estatal de Ciudadanos no apoyó absteniéndose en la propuesta de Albert Rivera sobre el «no» a la investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno.
De los intervinientes solo Javier Fernández no leyó; el ministro Luis Planas, que habló en representación del gobierno en funciones de la nación, y que tiene un aire a lo Alfredo Canteli, prometió colaboración al nuevo gobierno asturiano. Adrián Barbón luego le contestaría diciendo que llevaría los problemas de Asturias a Madrid, a donde iba a viajar mucho, lastima que aun no haya AVE, esperando que nuestras necesidades llegaran a la mesa del Consejo de Ministros comenzando por el de la despoblación, tema que fue tocado por varios de los intervinientes aunque sin dar soluciones. A corto medio plazo creo que la sangría del despoblamiento asturiano solo la puede paliar los emigrantes y para eso hay que ofrecerles trabajo y buenas condiciones de vida.
El nuevo presidente del Principado tuvo un recuerdo para quien fue su mentor, el también alcalde de Laviana y senador Pablo García, quien lamentablemente por razones de salud no pudo estar presente en el acto. Adrian Barbón anunciará mañana su gobierno, paritario y con diez consejerías, y cierro el comentario con una de sus frases a la que me adhiero: «Asturias tiene más futuro que pasado». Confiemos por una vez en nuestra clase política.