Lo sucedido el sábado en la manifestación del Orgullo LGTBI tiene dos caras. Una, la unidad para defender los derechos individuales y la diversidad humana, especialmente este año a los Mayores LGTBI que lucharon en tiempos adversos y realmente difíciles, y que, consecuencia de ello, hoy tienen peores condiciones en su vida y en sus pensiones. Un éxito de asistencia, de alegría y de unidad. Y todos los que quisieran participar deberían ser bienvenidos.
Y tiene otra cara, que parece que intenta oscurecer la principal. La cara de la división, del insulto, de la agresión a algunos, a una parte, a aquellos como Ciudadanos, que siendo partícipes de las reivindicaciones del Orgullo desde hace años, se les rechaza por otras posiciones políticas suyas respecto al partido de Abascal, el partido que respecto al Orgullo es realmente homófono y reaccionario.
Lo que unía, al menos ese era el contenido de la convocatoria y de los organizadores, a todos los asistentes era la defensa de los derechos LGTBI y destacadamente, de sus mayores. Por tanto, hay que unir a todos y aumentar las fuerzas, aislando a los que atacan nuestros derechos democráticos que como el partido de Abascal llevan en su programa la pérdida de los derechos LGTBI ya conquistados en una larga lucha.
El programa de Ciudadanos, y la mayoría de sus integrantes y votantes, está a favor y defiende los derechos LGTBI. Y esa es una contradicción objetiva con el partido de Abascal. Convertir a Ciudadanos en el blanco durante la manifestación, en lugar de serlo Vox, lo que ha conseguido es dar un fuerte empuje a Ciudadanos para que se eche en brazos de Vox.
Lo que se ha conseguido es debilitar a los que en el seno de Ciudadanos dan gran importancia a estas diferencias democráticas con respecto a las posiciones reaccionarias y homófonas de Vox. Lo que se ha conseguido es dar excusa y fuerza a los sectores dentro de Ciudadanos partidarios de un mayor acercamiento a Vox, lo que inmediatamente ha percibido Abascal, y, por ello, ha expresado su “solidaridad” con Ciudadanos por el rechazo sufrido en la manifestación del Orgullo (cínicamente, como si quisiera que acudiera).
¿Por qué debilitar donde hay fuerza, por qué desunir donde hay unidad? A nadie más se le ha criticado ni exigido “pedigrí democrático” en sus otras posiciones políticas, por ejemplo, por decir sobre algo importante, respecto a la ETA pasada y presente, o a las prácticas reaccionarias de la élite del procés.
Posdata. Obviamente no estoy de acuerdo con las posiciones que mantiene Ciudadanos en puntos fundamentales, dado que defiendo “Redistribuir la riqueza, incluyendo el blindaje de las pensiones en la Constitución, extremadamente importante para los Mayores LGBTI; Ampliar la Democracia; incluyendo los derechos LGTBI, frente a una regresión; Defender la Soberanía Nacional frente al saqueo y la degradación que viene del exterior; Por un Frente Amplio de Unidad de todas las fuerzas unibles; y Por la unidad, libre y consensuada, del pueblo de las nacionalidades y regiones de España”.