El próximo día 15, como quien dice está a la vuelta de la esquina, se elegirán los alcaldes de los 78 concejos asturianos. Por mucha razones es Oviedo la localidad que mayor expectación despierta. PSOE y PP aspiran a la alcaldía de la que en su día calificó el recordado presidente de la pre autonomía Rafael Fernández como "la perla del Principado".
La llave, como en tantos otros ayuntamientos, la tiene Ciudadanos con el ex decano del Colegio de Abogados de Oviedo Ignacio Cuesta al frente. Sus cinco concejales pueden dar la alcaldía al candidato del PP, el independiente Alfredo Canteli, quien con sus nueve concejales, la lista más votada, dispondría así de mayoría absoluta, o bien apoyar al candidato socialista, el actual alcalde Wenceslao López, quien con sus ocho concejales necesitaría sin embargo el voto de apoyo de uno de los tres concejales de Podemos con lo que Ciudadanos puede encontrarse repitiendo un tripartito en el que sustituiría a Izquierda Unida que ha desaparecido de la corporación ovetense.
Ignacio Cuesta ha iniciado conversaciones con el PP y con el PSOE. Alfredo Canteli, como no podía ser menos, le ofrece la vice alcaldía mientras Wenceslao López acude al argumento de que Oviedo debe de huir del gabinismo. Otra posibilidad es que Ciudadanos se abstenga, o sea, no apoye a ninguno de los dos y por tanto sea el PP como lista más votada quien gobierne, quedando Ignacio Cuesta con la manos libres a efectos de actuar municipalmente en los próximos cuatro años.
Si el cabeza de lista de Ciudadanos se echa en manos del PSOE puede tener la tentación de aceptar, como hizo Wenceslao López, ser cabeza de ratón para ejercer de alcalde con los votos socialistas. Claro que al necesitar uno de Podemos no veo al partido de Pablo Iglesias, en el que a nivel local Ana Taboada continúa siendo la número uno, apoyando a Ciudadanos. También me sorprende en principio que Ignacio Cuesta no exija a Wenceslao López adjurar de su jefe Pedro Sánchez y del sanchismo en general, tal como ordenó en su momento Albert Rivera. Al margen quedan los dos concejales de Vox, con Cristina Coto al frente, y que solo tendrán cierta influencia caso de que Alfredo Canteli sea alcalde pues estoy seguro que en ese caso apoyarían su gestión.
De llegar a un acuerdo entre socialistas y Ciudadanos puede obtener cierta tajada en la Junta General del Principado el ciudadano Juan Vázquez que daría sus aportaría sus cinco votos al PSOE para que Adrián Barbón alcance la mayoría absoluta, incluso intentando obtener de los socialistas la presidencia de la Junta General del Principado. Adrián Barbón piensa en el diputado Juan Cofiño para ese cargo aunque el abogado quiere ser consejero de Industria. También podría serlo Enrique Fernández, ex alcalde de San Martin de Rey Aurelio y profesor de la Facultad de Económicas.
Con la discreción y elegancia que le caracteriza el portavoz del aún gobierno del Principado en funciones Guillermo Martínez se despide de la política activa para dedicarse próximamente a la iniciativa privada, algo en lo que no debe de estar ajeno su mentor Antonio Trevín, hoy alto cargo de Laminados de Asturias, la empresa fundada por Macario Fernández y que va viento en popa. Para mi Guillermo Martínez ha sido de lo mejor del gobierno de Javier Fernández. Tuve ocasión de tratarle cuando fue alcalde de Siero y ya entonces me convencieron sus formas. La verdad es que lamento que la política asturiana lo pierda, al igual que ocurre con Gaspar Llamazares y con Ramón Arguelles.
