Ayer se reunieron en Madrid 48 acólitos del líder de Unidas Podemos (...amortizar la hipoteca de Galapagar) que representaban al denominado rimbombantemente "consejo ciudadano estatal". Después de las últimas tres citas electorales -en las que la formación ha sufrido el desafecto y el desencanto de cientos de miles de sus votantes-, en las que se ha constatado una pérdida tanto de escaños en el Congreso y el Senado como en poder territorial en ayuntamientos y autonomías, dicen que el amado líder, Pablo Iglesias, ha salido reforzado con sus propuestas obteniendo de sus acólitos 42 votos a favor y solo 6 abstenciones. O sea: una victoria tan rotunda como esperada dado el perfil de los asistentes al tal "consejo ciudadano estatal".
Unidas Podemos (...amortizar la hipoteca de Galapagar), su líder y su consejo de acólitos, no necesitan hacer autocrítica por los malos resultados obtenidos, ya inmersos y perteneciendo a la "casta" que tanto criticaban la culpa de todos sus males la tiene el contubernio judeo-masónico. Y el contubernio lo forman nombres propios que, Pablo Iglesias y su segunda Irene Montero, tienen perfectamente identificados.
Sería una falta de respeto a los ciudadanos y a las ciudadanas -españoles y españolas- que el Partido Socialista Obrero Español ayudara a estos políticos inmobiliarios, o a sus acólitos, dándoles cabida en un próximo Gobierno. No sería de recibo.