Ciudadanos o la nada

Ciudadanos, el partido que lidera Albert Rivera, está en la disyuntiva de considerarse un mero apéndice del Partido Popular o consolidarse como una verdadera alternativa -desde su posición de centro/derecha-, al propio PP y  al Partido Socialista Obrero Español. El futuro de Ciudadanos depende de las decisiones que tome próximamente en los pactos en los que intervendrá para formar, después de las elecciones municipales y autonómicas, Ayuntamientos y Comunidades. Albert Rivera, y su formación Ciudadanos se juega su credibilidad política al asumir el papel de un hombre y un partido de Estado, con todas sus consecuencias, o de un simple gregario del Partido Popular y su socio de referencia de ultra derecha Vox.
Albert Rivera no se juega el presente ni el futuro a corto plazo -tanto las elecciones generales como las autonómicas, municipales y europeas acaban de cerrar las urnas-, se juega la credibilidad, repito, como alternativa a medio/largo plazo y para ello tiene que alejarse, ya, suficientemente de la dupla Casado/Abascal, ambos protegidos por el manto del ex presidente José María Aznar.
Sería un mal asunto que Albert Rivera ayude a asentar a Pablo Casado en el Partido Popular, con los pactos en Madrid, para conseguir dentro de cuatro años -¡tal vez!- la cartera de Asuntos Exteriores que el hoy tocado líder del PP le tiene reservada. 



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