A medida que se acerca el próximo día 26 de mayo en la que los asturianos deberemos pasar por tres urnas los candidatos interpretan más y con mayor fuerza de voz sus cantos de sirena, o sea, prometer lo que no está en su mano, ni aunque sean ese día los ganadores, en base a ganar nuestra confianza en general bastante deteriorada con sus acciones en los últimos años, pero así es la democracia y por encima de todo hay que seguir apostando por ella; lo otro, ya se sabe: cuarenta año de dictadura.
Lo que cada vez está más claro que en los próximos cuatro años quien va a mandar es el eje Madrid-Cataluña lo que, no les queda duda, no será nada bueno para el Principado donde un triste jefe del Ejecutivo cada vez está más desaparecido a horas vista de jubilarse por la puerta de atrás. Y es que a Javier Fernández haber sido presidente de la famosa gestora del PSOE y abstenerse para que Mariano Rajoy saliera una vez más presidente, y que luego Pedro Sánchez se alzase con el poder, le mató políticamente hablando. Eso sí, ayer le vi en el hotel de La Reconquista junto al ambicioso consejero delegado de Liberbank y presidente de EDP Manuel Menéndez, preocupado como está el bancario de buscar una puerta giratoria al jefe del Ejecutivo asturiano, en una jornada sobre costes energéticos.
Y es que nuestros políticos, aspirantes a dirigir la nación, la autonomía y los ayuntamientos, en vez de menear tanto la perdiz lo que lo que deberían de prometer es bajar los costes que soporta el sufrido ciudadano de a pié para sostener un Estado cada vez más elefantiásico, imitando, por ejemplo, a nuestros vecinos de Portugal donde un gobierno de izquierdas, sí, ha bajado el IVA de la luz eléctrica del 24 al 6 por ciento.
Los gobernantes, muchos de los cuales aspiran a repetir, terminan sus mandatos con pequeños gestos como el del tripartito ovetense abriendo por fin la oficina de El Escorialín. Encima ahora tiene que pagar el ayuntamiento un millón de euros a la quebrada empresa que dejó el edificio del spa del Naranco con solo su esqueleto levantado mientras enfrente un grupo inversor vallisoletano construye uno moderno en tiempo y forma.
Partiendo de la base de que las encuestas dan en Asturias como ganador al PSOE, si bien sin mayoría absoluta, y que Pedro Sánchez será investido como jefe del Ejecutivo de la nación, el que ambas administraciones, la central y la autonómica, tengan el mismo color no es malo, claro que el Principado cada vez tiene menos peso en este país cuasi federal en el que vivimos. Solo un asturiano, el joven ovetense Jonás Fernández, va en una lista en el puesto 17 del PSOE para el parlamento europeo, lista que encabeza otro catalán, el ministro Borrell, como no podía ser menos. Su elección va a ser por lo pelos ya que España, al participar los ingleses, quedará con 54 eurodiputados por lo que se calcula que los socialistas españoles obtendrán en torno a los 17 escaños, el que ocupa precisamente el amigo Jonás Fernández. Suerte, pues.