Unidas Podemos (...amortizar la hipoteca de Galapagar) -aún con la importante pérdida de escaños en las elecciones generales del pasado domingo por la deriva personalista de la formación que se va rompiendo a pedazos- están empeñados a toda costa en entrar en el futuro Gobierno de Pedro Sánchez.
A los hipotecados, Pablo Iglesias e Irene Montero, les urge salvar los muebles antes de que su partido se desmorone y, tanto él como ella, no pierden la ocasión, en cada una de sus apariciones ante los medios de comunicación, para solicitar la titularidad de una cartera ministerial. Lo que nadie sabe es con qué méritos, o, acaso apuntan como mérito la pérdida de confianza de una parte considerable de sus electores después de que varios de los fundadores del partido se hayan alejado de los intereses "leales" de la pareja de Galapagar.
Pablo Iglesias e Irene Montero desde un primer momento en política quisieron recoger -en beneficio propio- la fruta del árbol sin haberla dejado madurar. Es evidente que el paso del tiempo les pone muy nerviosos.
El Partido Socialista no les debe nada, más bien al contrario. O sea: que tranquilidad y sin empujones.