Esta vez Jose Félix Tezanos acertó con su encuesta del CIS y el PSOE se ha alzado en las generales con una victoria importante aprovechando la fragmentación de la derecha y el hundimiento en concreto del Partido Popular. Y es que se veía venir. Pablo Casado y su equipo ha errado en el mensaje y en el planteamiento y en el caso concreto de Asturias, donde han perdido en todos los concejos salvo tres o cuatro pequeños como las dos Peñamelleras, creo que se ha reflejado un malestar de las bases ante la imposición dedocrática de candidatos al parlamento asturiano y a los principales ayuntamientos, decisiones venidas de Génova sin contar con los afiliados ni con los comités regionales y locales y menos con sus temporales socios de Foro, que tras ocho años de estar como diputado en la Cámara baja Isidro Martinez Oblanca no ha logrado escaño pese a ir de dos, tras Paloma Gázquez.
Durante la campaña, incluso antes, se palpaba el enfrentamiento entre el aparato popular de Asturias y la dirección nacional. La presidenta regional Mercedes Fernández, no se considera culpable de la debacle, ni mucho menos, ha estado desaparecida en combate, incluso ayer, ignorando a la candidata a la Junta General del Principado Teresa Mallada y al candidato a la alcaldía de Oviedo, el independiente Alfredo Canteli, quien también últimamente parece desaparecido en campaña, lo mismo que el candidato popular a la alcaldía de Gijón el cunero Alberto López Asenjo. Y es que me temo que los resultados de ayer, con la clara victoria socialista y el hundimiento del PP, les repercuta negativamente en las elecciones autonómicas y municipales del próximo día 26. En todo caso unos y otros tienen que ir olvidándose de mayorías absolutas. Incluso Pedro Sánchez, roto el bipartidismo, tendrá que pactar sin duda con Podemos y grupos independentistas, si es que quiere dormir otros cuatro años en La Moncloa aunque su deseo, muy inteligente, es gobernar en solitario con acuerdos puntuales aunque no creo que en esta ocasión le deje Pablo Iglesias y menos Rufián compañía.
Seguro que también resultará afectada por los resultados de ayer la candidata de Foro al parlamento asturiano, la hasta ahora alcaldesa de Gijón Carmen Moriyón. Haber salido en primera fila junto a Vox en la foto de la plaza de Colón no le va a beneficiar y menos el acuerdo que Francisco Alvarez-Cascos cerró en Génova para ir PP y Foro juntos a las generales de ayer. Se va Isidro Martínez Oblanca de la Cámara baja y entra el representante del Partido Regionalista de Cantabria de Miguel Angel Revilla con su apoyo al PSOE, seguro.
En el ayuntamiento de Oviedo Alfredo Canteli si puede que alcance la alcaldía con el apoyo de Ciudadanos que a buen seguro aumentará sus dos actuales concejales y de Vox. Doy por hecho que Cristina Coto saldrá por lo menos concejala. Vox ha colocado al joven José María Figaredo en el Congreso e intentará situarse bien en la Junta General del Principado con el economista Ignacio Blanco a la cabeza. De sus listas ha desaparecido por motivos laborales el hijo del que fue presidente de Asturias y fundador del URAS Sergio Marqués. En la jornada de ayer la Junta Electoral Central tuvo que dar un toque al partido de Santiago Abascal para que sus interventores hicieran desaparecer una pegatina con la bandera nacional que llevaban a modo de identificación.
El PP ha logrado que uno de sus más veteranos militantes, Ramón García Cañal, salga senador, donde ha perdido la mayoría en la Cámara alta que ahora pasa al PSOE y que coloca en ella a sus candidatos asturianos, Francisco Blanco, María Fernández y Fernando Lastra. Unidas Podemos ha logrado salvar el escaño a Sofía Castañón, repite la buena neña, y Ciudadanos, al alza, el de Ignacio Prendes. De quien, como me temía, nadie se acordó fue de Gaspar Llamazares y su nuevo partido "Actúa". Lo siento.