¡Salvemos la huerta!

Leo en un periódico de tirada nacional una entrevista que le hicieron a la candidata a la presidencia, en las elecciones del próximo domingo, Laura Duarte, que representa al partido animalísta Pacma. Entre sus respuestas afirma que todos los números uno que se presentan por su partido en las diferentes circunscripciones son vegetarianos o veganos. A otra pregunta contesta que ella por principios "nunca podría tener por pareja a un cazador o a un torero" (entiendo que, por generalizar, tampoco tendría por pareja a una cazadora o a una torera).
Yo entiendo perfectamente a Laura Duarte en este tema de la pareja, pues a mi, estando en las antípodas de su pensamiento animalista/político, pienso que también soy discriminatorio. Desde muchos años practico la caza con perros de muestra, pero en cuestión de parejas sería incapaz -más por higiene que por principios- de acostarme con una mujer que por afinidad animalista huela a cerda, a perra, a gata, a mofeta o a boa constrictor, por poner algunos ejemplos.
A estas alturas ya no hay tiempo para fundar un partido, solicitar y vivir de subvenciones y presentarse a las elecciones generales de pasado mañana; pero no pierdo la esperanza de que, para la próxima ocasión, pronto tengamos la oportunidad de votar a una formación que defienda a la hermana coliflor, al hermano tomate, a la hermana lechuga y al hermano albaricoque. Ellos y más, también hijos del Señor, corren un serio peligro con la proliferación de los veganos y animalistas de ciudad del equipo de Laura Duarte
¡Salvemos al ser humano!



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