La batalla municipal en Asturias el próximo mayo se presenta de lo más interesante. Son las elecciones más cercanas al pueblo y en las que los partidos y agrupaciones vecinales deben de jugar a fondo sus cartas de futuro. Las agrupaciones políticas deberán actuar en los 78 concejos, en una Asturias poco vertebrada, con una zona central que fagocita a las alas y que espera su relanzamiento final con la puesta en marcha del área central.
El partido gobernante, el PSOE, necesita recuperar las cuencas cuya mayoría de ayuntamientos está en manos de Izquierda Unida; mantener, por supuesto, Avilés, Llanera y Siero, y a ver que pasa en Oviedo donde las relaciones de la AMSO con Podemos cada vez están más agrietadas. Otra cuestión es la de Gijón con un gran fraccionamiento en Podemos, una incógnita para la derecha tras la inminente marcha de Carmen Moriyón a la Junta General del Principado y la flojedad del PP que no acaba de encontrar el candidato ideal aunque, supongo, será el ex delegado del Gobierno Mariano Marín si bien ante la inminente visita de Pablo Casado el próximo día 22 a la villa de Jovellanos a lo mejor los populares terminan fichando a un independiente, el presidente de la Asociación de Vecinos de La Providencia Manuel Louzao, por ejemplo. El PSOE lleva a la ex consejera, nacida en Oviedo, por cierto, Ana González como candidata tras vencer en unas apretadas primarias al concejal Tuero, ex director general de Deportes. El concejo más grande de Asturias va a iniciar una nueva legislatura con un nuevo plan de ordenación urbana pero sin resolver, por mucho que los políticos se afanen en tranquilizar a la ciudadanía, el nuevo reordenamiento ferroviario, metro tren incluido. Por supuesto, de la conocida "autopista del mar" ni nos acordamos, al igual que de los terrenos de La Zalia, malditos desde que la en su día controvertida ampliación de El Musel les colocó como una posible gran área de carga y descarga.
El concejo de Asturias más en alza, Siero, y el que es más demandado por nuevas industrias, caso del almacenamiento de Amazón, y con una empresa poderosa y de prestigio como es la Central Lechera Asturiana, además de los talleres del FEVE, etc. El alcalde socialista Angel García "Cepi" ha sabido sortear los localismos, Lugones, La Fresneda, Carbayín, etc, y mantiene el concejo por encima de los 40.000 habitantes. Será clave Siero en el área central que se está creando, con ciertas prisas, desde luego, que tuvo tiempo de sobra el gobierno de Javier Fernández para haber acometido el proyecto, viejo, por demás, hace años y no correr para llegar quizás a intentar cortar la cinta antes de mayo. Y eso que el consejero Fernando Lastra tiene fama de mago aunque no llega a la altura de mi admirado José Armas.
Coincido con la patronal asturiana: Oviedo debe de integrarse en el área metropolitana y no hacerse el mártir ni aludir luego a hipotéticos cercos de otras administraciones. Lo importante es que el área central se constituya sin reservas localistas, sin imposición del Principado y sin que se convierta tampoco una oficina de colocación para los que en breve deberán abandonar la Administración autonómica.
En fin, la batalla municipal asturiana apenas acaba de comenzar pero será jugosa y decisiva para el futuro inmediato de la región.