Al finalizar 2018 España vuelve a ser noticia, lo que ya es “un clásico informativo” como modestamente orgulloso lo calificó, hace un par de años, Rafael Matesanz, el director, hasta su jubilación, de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). España ha vuelto a batir en 2018 un nuevo récord de donantes y trasplantes de órganos. Este record mundial se ha conseguido por 27º año consecutivo y que además se ha alcanzado con cifras también récord. Es decir, España lleva nada menos que más de un cuarto de siglo liderando este ranking mundial de solidaridad y organización, algo sin parangón.
Este récord mundial expresa dos fortalezas, dos fortalezas siempre negadas por la propaganda de las grandes potencias extranjeras y siempre renegadas por nuestra sumisa clase dominante, dos fortalezas de un pueblo que da ejemplo mundial de solidaridad, y que demuestra su potente capacidad organizativa.
¿De qué resultado estamos hablando? De alcanzar un objetivo de 2.243 donantes (es decir, 48 donantes por millón de población), que han posibilitado realizar 5.314 trasplantes (114 trasplantes por millón de población, la más alta del mundo), registrando máximos históricos los de riñón y pulmón. Como ha informado la actual directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) Beatriz Domínguez-Gil, en total, se han realizado 3.310 trasplantes renales, 1.230 hepáticos, 369 de pulmón, 321 cardiacos, 82 de páncreas y 6 de intestino.
Estos datos son cifras que no sólo expresan el enorme esfuerzo de la sociedad española, de los donantes y sus familias, y del sistema sanitario, sino que expresan mucho más. Expresan dos fortalezas. Nuestra primera fortaleza es ser el pueblo que da ejemplo mundial de solidaridad, prolongando la vida más allá de nuestra propia muerte; nuestra segunda fortaleza es la potente capacidad organizativa demostrada, en este campo, con una Organización Nacional de Trasplantes de España, que dirigida, durante más de un cuarto de siglo, por Rafael Matesanz, ha luchado en el seno de la sanidad pública para que estuviera al servicio de la inmensa mayoría de la población; y no de aumentar las ganancias de la minoría oligárquica y de las grandes potencias en el mundo y en Europa.
Expresan dos fortalezas negadas por dichas grandes potencias y renegadas por la ínfima minoría dominante en España. Frente a las constantes campañas despectivas que nos inoculan los grandes medios de información de fuera y de dentro de España sobre cómo somos nosotros, la inmensa mayoría de los españoles, esta noticia sobre un pequeño gran hito constante, sobre un dato tan vivo y tan vital, desenmascara la falsedad de tales ataques a nuestra valía como pueblo y a nuestra potencia organizativa como país… si la causa es justa. El propio Matesanz lo valoraba de la misma forma cuando escribió que tres son las bases para tales resultados tan espléndidos. “Primero, la solidaridad de nuestros ciudadanos, donando sus órganos o los de sus familiares. Sin ello nada es posible y sin duda el español es generoso cuando las cosas se plantean seriamente y sobre todo existe una confianza en el sistema. En segundo lugar nuestro sistema nacional de salud, de alta calidad en toda España y que permite garantizar que todo aquel que necesite un trasplante tiene las máximas posibilidades de alcanzarlo. La tercera pata de este trípode es un sistema organizativo, conocido internacionalmente como ‘modelo español’ que básicamente consiste en tener la persona adecuada en el lugar adecuado y en el momento adecuado, para que nada quede al azar y todo esté perfectamente organizado y protocolizado.”
Estos tres pilares han permitido pasar en España de los 14 donantes por millón en 1989 cuando se crea la ONT y de estar en un puesto de cola entre los países europeos, a ser la primera del mundo durante 27 años. Este modelo implantado en toda España, comunidad por comunidad, y mejorado año tras año, es lo que nos ha llevado a un liderazgo mundial indiscutible durante más de un cuarto de siglo y sobre todo a un sistema de enorme solidez que va a seguir estando en la cima muchos años más.
En 2015 España, 24º año como líder mundial en donación y trasplantes, superó los 100.000 trasplantes de órganos. A lo largo de esos 25 años de persistente actividad, España había logrado tamaño resultado, lo que habían sido, para el entonces director de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, “100.000 momentos de angustia; 100.000 momentos de alegría y 100.000 nuevas oportunidades”. Sanamente orgulloso Rafael Matezanz afirmaba que: “Al ritmo que vamos es posible que de aquí a quince años se haya duplicado la cifra”.
Hay que tener en cuenta también que de esos 100.000 trasplantes, 3.689 eran a niños. En realidad, desde la creación de la Organización Nacional de Trasplantes, más de medio millón de personas se han beneficiado de un trasplante de órganos, tejidos o células. Ya que hay que sumar los más de 400.000 trasplantes de tejidos y de células realizados también en España.
El sistema español de trasplantes es una red integrada por 186 hospitales autorizados para la donación de órganos y 43 para la realización de trasplantes, 10 de ellos incluyen trasplantes infantiles, distribuidos por todas las comunidades autónomas.