Me ha gustado el discurso de fin de año dado a través de la "caja tonta" por el presidente del Principado Javier Fernández, el último de la legislatura y de su vida política. Contra la astracanada de Quim Torra o la pataleta de Susana Díaz el asturiano estuvo conmedido y realista en su exposición señalando que el futuro de Asturias está en la industria a su vez complementada por el turismo, servicios, etc. Luego su oponente Mercedes Fernández coincidió también en lo mismo. El presidente del Principado incidió además en el argumento referido a que menos reforma de la Constitución y más soluciones a la financiación autonómica y es que, como dicen los catalanes, la pela es la pela.
El 2018 se nos ha ido dejando muchas asignaturas pendientes en nuestra región como pendientes estamos los asturianos por conocer de una vez por todas quienes serán los candidatos autonómicos y municipales así como europeos para competir en las urnas el próximo 26 de mayo. Por ejemplo, lo del Partido Popular clama el cielo. Pablo Casado ha estado hasta en Albacete y Melilla para anunciar oficialmente las candidaturas de su partido mientras aquí, en Asturias, continuamos en plena incertidumbre. Como estoy convencido de que el partido mayoritario en la oposición, o sea, el PP, necesita una profunda renovación apostaría por Teresa Mallada para el Principado, o bien por una fusión PP/Foro con Carmen Moriyón de lideresa indiscutible, y por el senador Mario Arias para el ayuntamiento que el chaval se lo lleva currando desde hace meses.
Javier Fernández con la inestimable ayuda del secretario de la FSA Adrián Barbón, dispuesto a sucederle en mayo en el despacho de presidente, ha logrado con el apoyo de la izquierda que nuestra autonomía cuente con presupuestos para este año recién estrenado si bien una parte importante de los 4.524 millones de euros se irán a pagar deuda. El proyecto de poner en marcha un área central metropolitana, del inquieto Fernando Lastra, sobre el que ya comenzó a hablarse en la década de los 60, corre el peligro una vez más de encallar. Mieres no entra por el aro y el concejal de economía del ayuntamiento de Oviedo, el podemita Rubén Rosón, expresa su preocupación porque dicho proyecto atente contra la capitalidad de Oviedo.
Me preocupa el conflicto de TUA, concesionaria de los autobuses municipales de la capital y propiedad del ALSA cuyo máximo responsable en nuestra región es Jacobo Cósmen, aparentemente desaparecido en combate. Me preocupa el fin de la minería, el futuro de ALCOA, los planes de Arcelor Mittal, la terminación del AVE, el peaje del Huerna, la ausencia de la autopista del mar y tantos otros temas de los que cojea nuestra tierra atrapada en un juego de autonomías que hace que no pinte nada bien el futuro inmediato.
Menos mal que a los miles de pensionistas les alegra la subida de pensiones, de bien nacidos es agradecérselo a Pedro Sánchez, libres de iniciar un año más con la esperpéntica carta anual de la que fue ministra de Trabajo Fátima Bañez en la que sin ponerse ni siquiera colorada anunciaba un aumento a los jubilados del 0,25 por ciento. Solo queda ahora eliminar el copago de los medicamentos.