Hoy nos hemos reunido nueve compañeros supervivientes del servicio militar que hicimos como voluntarios en Oviedo hace 53 años. Algunos nos solemos ver una vez al año con motivo de esta reunión que sirve, por supuesto, para seguir apostando por el futuro pese a las goteras y también para recordar las batallitas del abuelo, de aquel servicio que durante 18 meses nos llevó primero al Pinar de Antequera en Valladolid y luego al antiguo cuartel del Milán, a Rubín o al Gobierno Militar en la plaza de España. Reencontrarme con Manolo de Ribadesella, Dámaso, Berti, Tino, Manolo de Villaviciosa, Alberto Pello, Ramón el de Brañes o el lotero Carballeda, hace que sienta que se me recargan las pilas y si además es en torno a un buen pote que nos sirvió Silverio Alvarez Almeida en su nuevo establecimiento “Viggó” de la calle Félix Aramburu, mejor que mejor.
Saludo a un político en el dique seco por jubilación, Isidro Fernández Rozada, cosa rara, no tiene celular alguno pegado a su oreja, quien me echa la bronca porque en su opinión siempre me meto con él en estos mis modestos comentarios periodísticos. Puede efectivamente que le haya dado algún que otro tirón de oreja pero no me cuesta confesar que es un político al que siempre aprecié, coherente con sus ideas, fiel a su partido, pese al asedio al que le sometió en su día, cuando la creación de Foro Asturias, su buen amigo Francisco Alvarez-Cascos. Miren por donde, aunque es de la cuenca del Nalón, no hubiera sido un mal alcalde de Oviedo. Nunca ha sido sectario y el partido hegemónico de la derecha en el Principado le debe mucho y es que el sobrino de la tía Nemesia es mucho.
Mientras los pensionistas de CC.OO., UGT y de la Federación de Mayores del Principado (FAMPA) se manifiestan en la plaza del ayuntamiento en defensa de sus retribuciones, pidiendo a los políticos en el poder que se dejen de tanto dossier personal y se centren más en intentar tranquilizar cara al futuro a este colectivo que en Asturias es de 300.000 personas, el ministro de Fomento José Luis Abalos, con pinta de cansado, se pasea por Asturias anunciando que, por fin, nuestra comunidad tendrá la nueva variante ferroviaria por el Huerna en el 2021. Un túnel para el AVE y dos para el tráfico de mercancías. Personalmente me gustaba más lo que proponía el gobierno de Mariano Rajoy, o sea, lo contrario pero los técnicos socialistas sabrán. Desconozco si habló con Javier Fernández, bajo la atenta mirada de Adrián Barbón que hasta se puso corbata, roja por supuesto, de ese desastre que es el FEVE, hoy incluido en RENFE. Hoy mismo salía el delegado de la Unión de Consumidores Dacio Alonso, que además es empleado de FEVE, anunciando querella contra RENFE por la desidia que está teniendo con los servicios de vía estrecha. Para mañana queda le queda al ministro lo de las vías de Gijón que quitar el peaje de la autopista del Huerna, nada de nada. Otra curiosidad que me queda es que le dirá Abalos al alcalde de Oviedo sobre la ronda norte. Mientras el presidente de la patronal Belarmino Feito empieza a comparecer en la “caja tonta” para expresar su preocupación por la deriva del proyecto de presupuestos regionales para el próximo año. Teme que tengan poca inversión y mucha subvención social. Habrá que esperar al día 23, a conocer ese documento de FADE con esas 22 aplicaciones ineludibles que anuncia para sacar a Asturias de la crisis.
Y para rematar la jornada un Secretario de Estado anuncia un adelanto de cinco años para cerrar las térmicas, poco después matizado por la propia ministra en un intento, vano en mi opinión, de tranquilizar los ánimos de los asturianos incluido el del presidente Javier Fernández. Al paso que vamos, en esta región tila para todos.