Aunque se veía venir lo cierto es que la tensión en el seno del "tripartito" municipal ovetense ha subido al máximo tras el viaje que esta mañana la vice alcaldesa de Somos Ana Taboada hizo a Madrid para presentar en el Congreso con el diputado asturiano Segundo González una petición para que los terrenos de La Vega pasen de Defensa al ayuntamiento ovetense lo más rápidamente posible y entre tanto puedan ser gestionados por la corporación municipal, viaje del que, y no es la primera vez, no tenía conocimiento el alcalde socialista Wenceslao López.
Digo que se veía venir porque las elecciones cada vez están más cerca, en mayo próximo, y el acuerdo que alzó a Wenceslao a la alcaldía, PSOE/SOMOS/IU, por encima del PP y Ciudadanos, les faltó un concejal, comienza a resquebrajarse. La corporación de la capital del Principado se compone de 11 concejales del PP, 6 de Somos, 5 del PSOE, 3 de IU y 2 de Ciudadanos. La izquierda, con un sillón más, le ofreció sobre la marcha la alcaldía a Wenceslao López, ante la sorpresa del popular Agustín Caunedo que se veía como primera autoridad, y éste pese a lo precario de su situación en cuanto a número de concejales, aceptó.
Hoy mismo, en la plaza de la catedral el alcalde hizo unas muy duras declaraciones, no exentas de razón, contra sus socios de gobierno. Afirma que de un tiempo para acá le vienen haciendo faenas, tanto en el ámbito nacional, la negociación sobre los terrenos de La Vega, como autonómico, los comedores del colegio de Las Campas, como local, el patio del colegio de Ventanielles.
Según el alcalde sus socios de Somos están en una confrontación permanente por lo que deben de decidir si continúan en el gobierno o pasan a la oposición ya que en política, según Wenceslao López, no se juega echando permanentemente balones fuera. En una frase, no vale todo en política.
Probablemente esta situación que cada día que pasa se agrava coja con el pié cambiado a la oposición, con dos concejales de Ciudadanos bastante desaparecidos, principalmente el abogado Luis Zaragoza, y un Partido Popular que pese a haber sido el grupo más votado en las últimas elecciones está nervioso ante la inminente confección por parte de Mercedes Fernández y Pablo Casado de la candidatura para la próxima confrontación electoral y que, seguro, no encabezará Agustín Caunedo, aunque sigue siendo presidente local de su partido, sino con toda probabilidad será el actual senador Mario Arias. En todo caso, entre las deudas heredadas de la época de Gabino de Lorenzo, el férreo marcaje de Hacienda y las disensiones del "tripartito" Oviedo hace agua, nunca mejor dicho, como ciudad. Se acaba la legislatura y los grandes temas pendientes están sin resolver, incluido el futuro de los terrenos de La Vega. En política ciudadana hay dos temas en los que incomprensiblemente la izquierda está naufragando: las listas de espera en sanidad, por mucho que quiera edulcorarlas el consejero Francisco del Busto, y la agilidad en la concesión de licencias para construcción en Oviedo, sector que, por cierto, comienza a notar una cierta reactivación solo frenada por la lentitud del ayuntamiento. A todo esto el concejal más veterano de la reunión, Roberto Sánchez Ramos, de IU, prepara su gran banquete de despedida, ha decidido no volver a presentarse, como son las fiestas de San Mateo. "Rivi" en esta lucha en el seno del "tripartito" está por encima del bien y del mal y, desde luego, es el más listo de la clase.