El Gobierno del Principado dará el próximo día 7 la medalla de oro a los centros asturianos que han llegado a ser centenarios, destacando el de México, recientemente distinguido con "La Amuravela de oro", y también el de Madrid, único en territorio nacional que alcanza tan venerable edad.
Aprovechando el tema quiero dedicarle este artículo al también histórico Centro Asturiano de Oviedo, toda una referencia lúdica y deportiva como club social que acoge en estos momentos a más de 16.000 socios y cuenta con unas instalaciones en el monte Naranco que muchos consideran únicas en nuestro país.
Mañana, con un acto inaugural con pregón a cargo de Amador Menéndez Velázquez, investigador y divulgador científico, se inicia el mes festivo por antonomasia en Oviedo, con estas fiestas del Centro Asturiano dedicadas a su patrona la Virgen de Covadonga.
Presidir el Centro Asturiano de Oviedo además de un honor para quien es elegido por los socios es también una probable lanzadera hacia la política local. Así ocurrió en su momento con el abogado Luis Riera que tras presidir este club llegó a alcalde de la capital encuadrado en la UCD de Adolfo Suárez, cargo en que desempeñó una gran labor. Conocí también al empresario Angel Villanueva, que fue concejal, quien precisamente tenía como gerente al hoy presidente Alfredo Canteli. Este que lleva ya varias reelecciones como presidente ha colocado al Centro Asturiano en su más alta cota en cuanto a instalaciones y servicios. Bancario jubilado, en su día persona de absoluta confianza en Asturias de Mario Conde en los buenos tiempos de Banesto, este tevergano trabajador y discreto se ha volcado en el Centro Asturiano de Oviedo incluso en los últimos tiempos desoyendo los cantos de sirena que el Partido Popular le hizo para que encabezase la candidatura municipal en las últimas elecciones, error del entonces alcalde y presidente local del PP Gabino de Lorenzo quien le ofreció tal posibilidad pero queriéndole atar en corto lo que con un gestor de la personalidad de Alfredo Canteli no es posible.
Con gran dedicación, buena eficacia y ausencia de ayudas públicas, Alfredo Canteli y su junta directiva están logran llevar el barco a puerto. Su último logro, las nuevas piscinas, son todo un éxito y ¿qué decir de las instalaciones para niños?. Desde la falda del monte Naranco el Centro Asturiano brilla con luz propia lo que, sin duda, provoca ciertas envidias en algunos ambientes políticos de la ciudad. Ni el Principado, ni el ayuntamiento, pese a que el alcalde Wenceslao López es socio, sienten gran aprecio por el club al que consideran injustamente un reducto de la derecha local.
Con tantos socios, o poco menos, que el Real Oviedo el Centro Asturiano es un ejemplo a seguir por este tipo de instituciones en cuanto a organización y gestión por lo que bien se merece un pleno y constante reconocimiento local. Simplemente observar sus actividades deportivas a todos los niveles hace que para muchas familias sea el escenario perfecto para que sus hijos desarrollen sus aficiones en las más variopintas especialidades. No me olvido tampoco del coro que bajo la dirección de Angel Fernández Pola ha iniciado una nueva etapa con más bríos y empaque que hasta ahora.
Creo que desde hace mucho Oviedo está en deuda con su Centro Asturiano. Y me alegro que su presidente Alfredo Canteli continúe ilusionado con su responsabilidad como tal, olvidadas ya las veleidades políticas. Buenas fiestas, amigos. Y que viva el Centro Asturiano.