Mientras en esta Asturias de nuestros amores continuamos discutiendo si son galgos o podencos la liebre ya se encuentra a varios kilómetros de Pajares y es que no tenemos arreglo pese a ser una autonomía uniprovincial, pequeña, con algo más de un millón de habitantes que, como a veces digo medio en broma, somos como la cuarta parte de Vallecas.
El caso es que, como me temía, la proximidad de las elecciones generales está haciendo que gobierno y oposición se tiren los trastos a la cabeza contribuyendo así a agitar más las agitadas aguas del tsunami de la crisis que ya nos entra por todas las ventanas. Hoy mismo leo en un diario el anuncio del juzgado para acogerse a la ley concursal, o sea, a la suspensión de pagos, de Oviedo Televisión -17 trabajadores afectados- lo mismo que Cuencas Mineras Televisión -otros 14 trabajadores afectados por un ERE- arrastrada esta emisora televisiva por la crisis que también sufre su matriz, la firma ACESOL, más el problema en que está inmerso el ente público de comunicación del Principado como consecuencia del recorte presupuestario que el gobierno de Foro Asturias acaba de anunciar.
Francisco Alvarez-Cascos, que jodido, es muy listo, de eso nunca tuve dudas, y vende bien a la sociedad asturiana los apretones de tuerca donde duele a la oposición, principalmente al PSOE, que pese a todo es el único partido que le puede chafar los resultados el 20 N. Lo vende bien argumentando demagógicamente los ahorros de cara a la galería -Niemeyer, RTPA, móviles, coches oficiales…- pero dejando bien claro que bajo ningún concepto, ya veremos, se tocará la sanidad y la educación, sectores absolutamente sensibles para el ciudadano de a pie. Pero el tsumani de la crisis ya lo tenemos en nuestras playas con efectos muy destructivos sin que aún nos hayamos dado cuenta de que estamos pasando de creernos un país rico -algo así, se llegó a decir, como la octava potencia industrial del mundo- a ser una nación pobre. ¿Cuantos cadáveres dejará por el camino el tsunami de la crisis?. Me temo que muchos aunque los que supervivan seguro que lo harán fortalecidos y hasta vacunados contra otros tiempos difíciles. En los últimos años han cerrado en Oviedo más de 700 comercios y en Gijón andan por el medio millar. La tan cacareada protección y apoyo a la pequeña y mediana empresa no se ve por ningún lado y todo el mundo, incluida la ministra Elena Salgado, da disculpas para no pagar lo que debe -en este caso los millones que reclama el gobierno del Principado-. Tengo un amigo abogado que me cuenta que por primera vez en su dilatada carrera profesional tiene en estos momentos como clientes a varios notarios de la localidad a quienes no les pagan las minutas. No me extraña, por tanto, que Luis Tejuca se haya ido para Madrid o García-Pumarino, destacado registrador de la propiedad, para Cantabria. Por cierto, felicito a la concejala del Foro Cristina García-Pumarino Ramos y a su marido Carlos Díaz-Varela Bentancour porque su hijo Carlos acaba de jurar como abogado en el Colegio Oficial ayer mismo, junto a otros 38 nuevos profesionales del Derecho, apadrinado precisamente por su padre.
Volviendo a la política, que es lo que priva, a lo mejor lamentablemente, esta temporada, solo queda Foro Asturias por desvelar quien irá sus listas al Congreso y al Senado. No lo debe tener fácil Francisco Alvarez-Cascos ya que tanto aquí como en Madrid no puede arriesgarse a colocar a un aficionado o a un principiante. Esto son palabras mayores, no una dirección general o una vice consejería, y los experimentos, ya se sabe, con gaseosa, que enfrente tendrá a Mercedes Fernández, Antonio Trevín y Gaspar Llamazares, políticos veteranos y con el colmillo retorcido. Por cierto, uno de los que más quemado está con la actuación del presidente del Principado es Jesús Landeira, primo de Alvarez-Cascos y ex alcalde socialoista de Luarca, que fue presidente del consejo de administración de la RTPA y que continúa siendo una de sus principales piezas. Landeira está que se tira de los pelos, como el bueno de Amado Mallada, que ahora se entretiene también en dicho consejo, por las decisiones del presidente Principado sobre la radio y la televisión autonómicas. Como digo, Francisco Alvarez-Cascos es muy listo y como la única manera que tiene de obligar a la oposición a aceptar a su gente en los órganos de dirección de los entes públicos es tener el consenso por lo menos de 30 diputados, les aprieta las clavijas cortando los pagos y, como pasa ahora con la RTPA, envía el muerto a la Junta General. Que papelón, dios mío.
