Hoy se cumple el setenta y tres aniversario de la bomba atómica de Hiroshima. Aquel 6 de agosto del 45 nacimos cuatro ovetense en esta querida ciudad. ¿Qué habrá sido de ellos?. Fueron Carlos Casimiro Moro Suescún, José Jesús Mariño Arguelles y Salvador Díaz Fernández. Hubo dos fallecimientos, María Cuesta Alvarez de 79 años y Consuelo Pérez Alvarez de 26, y se casaron Manuel Cabrera Alvarez con Rosario Méndez García; Antonio González Casal con Amparo Fernández Vallina y Manuel Palicio Alvarez con Olvido Rodríguez Fanjul.
Vine al mudo en la clínica San Cosmen ubicada en una de las esquinas de la calle Asturias, propiedad de don Paquito, un famoso médico local al que conocí con el paso de los años, llegando incluso a entrevistarle para “Región” en mis primeros pasos periodísticos. Muy amigo de otro gran doctor, el médico de los mineros Vicente Vallina, tengo un muy buen recuerdo de ambos.
Lentamente, como el resto de España, Oviedo fue recuperándose de los zarpazos de la guerra civil hasta convertirse al día de hoy en una de las ciudades más atractivas del mundo mundial. A la bomba de Hiroshima siguió unos días después la que también los norteamericanos lanzaron sobre Nagasaki lo que hizo poner fin a la guerra con el rendimiento de Japón. Afortunadamente hasta el día de hoy no ha vuelto a utilizarse la energía nuclear con fines bélicos aunque para algunos ganas no les faltan. La bomba atómica se ha convertido en un arma disuasoria. En España lo más cerca que estuvimos fue cuando un par de ellas cayeron en la zona de Palomares al accidentarse un avión americano lo que obligó al entonces ministro de Información y Turismo Manuel Fraga a bañarse junto con el embajador USA para demostrar que no había contaminación alguna.
Setenta y tres años después de lo de Hiroshima el mundo continúa revuelto, especialmente desde que se rompió el equilibrio capitalismo/comunismo y surgió, por el contrario, la guerra de religiones con países árabes como consecuencia de la utilización del petróleo como arma arrojadiza sobre al economía mundial. En nombre de Ala y de Mahoma su profeta, importantes grupos revolucionarios intentan desestabilizar occidente. El forzado nacimiento del estado de Israel en tierras palestinas allá por 1956 ha contribuido a ello.
Como se dice en estos casos, gracias a todos los que me habéis hecho llegar una felicitación en día tan señalado para mí. Aunque con goteras hay que continuar apostando por el futuro. Asturias no pasa por su mejor momento, está en fase de cambio socio económico tras la prácticamente desaparición de la empresa pública, pero a lo largo de la historia nuestra tierra ha pasado etapas peores. Somos un paraíso natural con una población cada vez menor y un papel secundario en el concierto de este país cuasi federal que estamos viviendo, pero no debemos de bajar la guardia. Espero que no a mucho más tardar la sangría de los jóvenes que se van allende Pajares en busca de futuro vaya conteniéndose. Asturias tiene mimbres para superar la crisis pero le faltan emprendedores y dirigentes más competentes y comprometidos con su tierra y no con Madrid y los grupos de presión, políticos, empresariales o sindicales.
Brindo por otros setenta y tres que, seguro, el espíritu de Pelayo continuará presente para garantía de nuestras siguientes generaciones.