Faltan pocos días para la celebración del congreso del Partido Popular en el que los compromisarios eligiran a su nuevo presidente entre los dos candidatos que pasaron a la final: Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado.
Dentro del ideario de la formación conservadora, Soraya Sáenz de Santamaría representa el centro derecha mientras que Pablo Casado representa la derecha y la ultra derecha. Desde que se conocieron los resultados de la primera vuelta, Soraya Sáez de Santamaría -quien venció a sus contrincantes- intentó y propuso aglutinar a sus adversarios políticos en una lista de unidad. Tanto la perdedora, María Dolores de Cospedal, como el propio Pablo Casado no quisieron sumarse a la iniciativa con la finalidad -bajo el aliento y el patrocinio explícito del expresidente José María Aznar y la fundación FAES- de sumar sus fuerzas para derrotar a la candidatura de Soraya Sáenz.
 Pablo Casado y María Dolores de Cospedal son los perfectos peones/guardaespaldas de un José María Aznar -desprestigiado y cargado de rencor- al que, conocidas las últimas sentencias judiciales, se aproxima la marea de la corrupción.
No hay más que comentar hasta la "regeneración" o la "consolidación" que se avecinan. Los compromisarios tendrán la última palabra.