Acudo a Luarca, la villa blanca de la costa verde, capital del concejo de Valdés, donde junto a otros colegas me rinden un pequeño homenaje en honor de mis ya lejanos tiempos de cronista del Real Oviedo.
Es el acto inaugural del XXIV Torneo Internacional de Fútbol Sala que este fin de semana reúne en dicha localidad a 119 equipos de toda España y de Portugal con más de 1.300 chavales participantes en las distintas categorías desde pre-bemjamín hasta juvenil. Todo este montaje que anima, y que de que manera, a la villa blanca, se debe al ímpetu organizador de un ilustre cangues, Gonzalo de Azkarte y Gaztelu, personaje clave en la Federación Española de Fútbol, primero con Angel María Villar y luego con Luis Rubiales, así como vicepresidente que es de la Federación Asturiana de Fútbol.
El acto estuvo presidido por el alcalde Simón Guardado, al que no tenia el gusto de conocer pero que me causó muy buena impresión y que llegó al cargo como su compañero de partido Pedro Sánchez, por una moción de censura, así como la concejala de Turismo Angeles García y el director del servicio de deportes municipal Miguel García Castro, máximo responsable de la organización del torneo. Por supuesto, el director de deportes del Principado Ramón Tuero brilló por su ausencia.
Esta reunión me sirvió también para reencontrarme con quien fue uno de los jugadores míticos de la historia del Real Oviedo, Mariano Arias Chamorro, más conocido como Marianín, a quien conocíamos afectuosamente como el "jabalí del Bierzo", que jugó cuatro años en Buenavista y fue Pichichi. Le veo estupendo y excelente de memoria ya que me recuerda nuestra última reunión hace años en Trascorrales, en una reunión de jugadores veteranos del club convocada por el entonces alcalde Gabino de LorenzoTensi y Emilio Tamargo.
También hubo homenaje al no hace mucho fallecido Celso Alonso San Julian, periodista con quien trabajé años en "La Voz de Asturias" y en "Hoja del Lunes", representado por su hijo David Mata, gerente del Real Oviedo, y a quien le acompañó el gran Vicente, presidente de los veteranos del club carbayón. Otro emotivo reencuentro fue con el sportinguista Alfredo Mejido, ya con pelo canoso, pero con pelo, ahora empresario en La Habana y añorante de aquellos tiempos en que con Quini y Churruca corrían la banda en El Molinón volviendo locos a los defensas.
No faltó a la cita el concejal de deportes de Benavente, Fernando Marcos, que escribe de deportes en "La Opinión de Zamora", y que es ni más ni menos de Tuilla. De joven coincidió en el seminario con otro destacado periodista, Fernando Canellada, hoy subdirector de un diario en Las Palmas y precisamente estos días de vacaciones en su tierra natal, Nava. Fernando Marcos le recuerda al psicoesteta de la selección nacional Ramiro Fernández, también presente, que hace años fue modelo en un concurso internacional de peluquería que el allerano presidía.
Conozco a José Mangas, buen amigo de Marianín, vecino de La Manjoya, donde tenemos también amigos comunes como el economista Ignacio Muñiz. Es un gran forofo del Real Oviedo. Tiene recopiladas las biografías de todos sus jugadores a lo largo de la historia del club, fotos, crónicas, etc. Colaboró con Juan Mesa en la organización del museo que la entidad tiene en el nuevo Carlos Tartiere. Hay que nombrarle cronista oficial de nuestro histórico equipo. Lleva el Real Oviedo en la sangre como pocos en nuestra ciudad.
Esta visita a Luarca me hizo comprobar lo animada que está la villa y recordar a dos personalidades a las que traté y aprecié, como el premio Nóbel Severo Ochoa, de acuerdo con la iniciativa del ayuntamiento de Valdés para que se le de su nombre al aeropuerto de Asturias, y el oscarizado decorador Gil Parrondo. Nunca me olvido tampoco cuando visito la villa de aquel corresponsal que tuve, Gerardo Ortiz Alfau un vasco bohemio y encantador, que escribía sobre el occidente más que el tostao pero que nos hacía vender muchos periódicos.
Debo pues animar, aunque me consta que no hace falta, ya se anima él bastante, a Gonzalo de Azkárate y Gaztelu a seguir por esta línea de promoción del deporte, del fútbol sala para guajes, magnífica manera de fomentar la camaradería y las buenas costumbres entre la juventud.