Un gallego fino

El desgaste de gobernar pero principalmente la corrupción es lo que ha sacado a Mariano Rajoy, eso sí, con calzador, de La Moncloa. Saber no sabrá inglés pero gallego, un rato largo. En todo caso es uno de los políticos más finos de la aún joven democracia española. Ayer escuche desde Galicia precisamente al ex ministro García Margallo, casado con asturiana, por cierto, decir a través de La Sexta, va de retro satanás, que su candidato para liderar el Partido Popular es Feijoo. En mi opinión el actual presidente de la Xunta tendrá que esperar ya que la venganza es un plato que debe servirse bien frío y Mariano Rajoy para sus adentros ha jurado volver a dormir en La Moncloa y cuanto antes mejor.

Haber perdido la moción de censura le sirve para, desde luego, pasar a la oposición, quitándole a la derecha de Ciudadanos de tal honor, Podemos aparte, y preparar la regeneración de su partido con él al frente para volver en el 20, si es que Pedro Sánchez logra llegar al final de la legislatura, con fuerza. El no haber dimitido para frenar la moción de censura le convierte en mártir y le da alas y tiempo para la batalla que se avecina en las próximas elecciones pasando antes por las municipales y autonómicas.

Como el tiempo todo lo cura sin duda el capítulo de la corrupción y sus implicados irá diluyéndose en los medios de comunicación, asignatura ésta, la de la comunicación, que Rajoy debe aprobar que hasta ahora no lo ha hecho. Siempre dije que cuando estaba en La Moncloa debería de haber fichado al Lalo Azcona de turno para transmitir a la opinión pública mejor de lo que lo hizo. Por otro lado la diputada riosellana Adriana Lastra, probablemente nueva ministra, dice a los asturianos que Pedro Sánchez solucionará los males endémicos de Asturias "región a la que conoce muy bien". A estas alturas de la película estamos ya cansados de las promesas de nuestros políticos pero es lo que hay.

Hasta el secretario del SOMA José Luis Alperi, puede ser un buen presidente de HUNOSA, sale en los medios criticando al rector de la Universidad Santiago García Granda por no dar el impulso necesario al campus de Mieres. ¿Qué fue del grado de deportes?. Ni para unos ni para otros y la casa sin barrer. Para sacar al Principado del pozo no me fío ni de los de Podemos. Todo son buenas palabras pero hay muy pocos hechos. Eso sí, me entero que Principado y Ayuntamiento acuerdan incluir a la abandonada plaza de toros en el primer proyecto de recuperación de la zona del Cristo. No estaría de más tampoco meter el edificio donde se ubica la Policía Nacional. Así como un año más Arzobispo y alcalde no comerán juntos las fresas de Candamo con motivo del Corpus Christie tampoco Mariano Marín como delegado del Gobierno en el Principado comerá el turrón.

Lo cierto es que la movida política que ha provocado Pedro Sánchez con su moción, por lo menos el nuevo presidente domina bien el inglés, espero que practique también el bable, dejó un tanto descolocado a Albert Rovira, ahora y hasta nuevas elecciones a rastras de la política opositora que don Mariano marque en el Congreso y en el Senado. Tampoco su mano izquierda, Inés Arrimadas, pese a ser la más votada puede con los independentistas en Cataluña. Aquí, en Asturias, este partido de centro derecha está un tanto apagado. Otro día les escribiré sobre un grupo de ciudadanos que está organizando un nuevo partido político. Esto es como la proliferación de setas en primavera. Perro hay que tener cuidado con no coger las venenosas.



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