Comienzo el día encontrándome en la plaza de Longoria Carbajal con mi colega Ramiro Fernández, no el psicoesteta sino el periodista cangués, con el que compartí intensas jornadas periodísticas en la antigua "Voz de Asturias". Me presenta a Rafael Portell, bisnieto del periodista Javier Bueno, director del diario "Avance" en Oviedo, socialista de pro y ejecutado a garrote vil en aquellos procelosos años de la guerra civil. El muchacho nunca había estado en Asturias pese a residir en Madrid y me enseña fotos históricas de su antepasado en el móvil.
A todo esto, pendientes de la moción de censura, me llega otra dimisión, no la de Mariano Rajoy, que pese a todo no se va producir aunque sí será desalojado de La Moncloa por el voto de la mayoría de los diputados para que ocupe su despacho el oportunista de Pedro Sánchez. Es la inesperada dimisión de Zidedine Zidane como entrenador del Real Madrid. Algo se cuece en el seno del club merengón más allá de las pataletas de Cristiano Ronaldo. Crisis en el Real Madrid y crisis en el gobierno de la nación, partido gobernante incluido, es mucha crisis para este país en un solo día.
A mediodía en el polígono de Argame la empresa KPS, fabricante de componentes electrónicos con 35 trabajadores, presenta sus nuevas instalaciones. Es una empresa asturiana comandada por José Manuel Fernández Riera con participación de una multinacional surcoreana que aporta la tecnología además de HUNOSA como accionista minoritaria a través de SADIM cuya presidenta Teresa Mallada estuvo presente en el acto. Otra multinacional más que desembarca en el Principado. Uno de sus ejecutivos se trasladará en breve a nuestra tierra para vivir a pie de fábrica. En representación del Ejecutivo regional asistió el consejero de Industria Isaac Pola quien dio datos positivos sobre la situación de la región. El alcalde de Morcín Maximino García "Mino" vendió muy bien a los presentes la excelencias de este concejo de la montaña central de Asturias. Como Ribera de Arriba me quedaba cerca me acerqué hasta Bueño donde sorprendí al alcalde Ramón García Saiz, el más veterano de Asturias, reunido en torno a un vino con el cantautor candasín Pipo Prendes que acaba de editar un CD dedicado a esta bonita tierra. Aproveché la ocasión para saludar al ingeniero Juanjo Tielve que fue consejero de Fomento con el Partido Popular entonces liderado por Sergio Marqués y que resistió un tiempo los ataques de Francisco Alvarez-Cascos. También saludé a Hipólito Alvarez, eficaz asesor de empresas, que fue viceconsejero de Economía en el gobierno de Sergio Marqués y que siempre me reprocha un artículo mío del año 2011 en el que le criticaba aunque les juro que ya no me acuerdo el por qué.
Ramón García Saiz como alcalde de Ribera de Arriba, perteneciente al PSOE y que siempre ganó todas las lecciones por mayoría absoluta, está ya haciendo las maletas porque ha decido no volver a presentarse a otra legislatura. Su última decisión importante ha sido adquirir el palacio de Carlos Prieto en Bueño, el prócer mexicano ya fallecido y cuyo hijo se dedica a dar conciertos con un violonchelo Stradivarius por medio mundo. Hay vecinos que le piden que adecue la magnífica finca para geriátrico pero el deseo de la familia Prieto y creo que también el del propio alcalde es convertirla en un gran centro cultural que completaría el lanzamiento de este pueblo lleno de hórreos centenarios y que el próximo día 9 acogerá a representantes de los 27 pueblos ejemplares elegidos por la Fundación Princesa de Asturias. Lástima que entre ellos no figure Cudillero.
Cae la noche y sigo pegado al ordenador esperando la dimisión de Mariano Rajoy. Mi espía preferida, la XP XIII, me insiste en que los rumores de la probable presencia de la diputada asturiana Adriana Lastra como ministra de Cultura en un gobierno de Pedro Sánchez aumentan a cada minuto. En cuanto al PP me da la impresión de que ha comenzado la desbandada. A mi que me registren.