Los socialistas asturianos ya han deshojado la margarita sin votar sobre quién encabezará su candidatura en mayo próximo a la presidencia del Principado. Será el ex alcalde de Laviana y actual secretario de la Federación Socialista Asturiana Adrián Barbón, joven de la cuenca, a quien si las urnas lo permiten hay que augurar un buen futuro político. Y es que ayer el muchacho aceptó en Gijón, ante enfervorizados militantes, la responsabilidad de mantener al PSOE al frente del gobierno de Asturias.
Barbón, por supuesto, apoyado por quienes serán su guardia de corps, Gimena Llamedo, Adriana Lastra, Wenceslao López, los alcaldes de Corvera y San Martín del Rey Aurelio, el secretario general del SOMA José Luis Alperi, etc., significa sin duda un soplo de aire fresco para los socialistas asturianos. Más populista, joven y espontáneo que el actual, Javier Fernández, a quien los doce meses que le quedan al frente del negocio le supondrán un dolor de muelas, la izquierda oficial espera mucho de él.
Barbón contará con la ayuda del secretario general Pedro Sánchez y deberá de afrontar el cierre definitivo de nuestras minas, él que presidió ACOM aunque sin resultado práctico alguno. Seguro que enfrente tendrá como contrincantes electorales a la popular Mercedes Fernández, al podemita Emilio León, a la forista Carmen Moriyón, al tapado de Ciudadanos, no será Nicanor García, al incombustible Gaspar Llamazares, el mejor parlamentario de nuestra Junta General del Principado, y algún otro que ahora se me escapa.
Lo cierto es que el gobierno que salga de las urnas el próximo mayo se encontrará con una Asturias deprimida y a la cola de las autonomías. Sin AVE, sin autopista del mar, sin ronda norte en Oviedo y con un intento loable pero hasta ahora inútil de poner en funcionamiento el área central de Asturias. Ante este panorama tengo confianza en la renovación ocurrida en el seno de la patronal. Solo una potenciación del empresariado regional apoyado en las multinacionales presentes puede lograr una cierta recuperación del Principado y es que, seamos claros, los sindicatos de clase han perdido gas y por tanto influencia en nuestra sociedad. Sobre la universidad no quiero ni hablar. Cada vez más alejada de la realidad social asturiana todo lo que emprende termina en conflicto con un rector, Santiago García Granda, vencido como Javier Fernández y a quien le va a costar, le está costando ya, acabar su mandato.
Que no se me olvide comentar que esta noche, a partir de las 21,30 horas, en el hotel Principado de Oviedo celebrarán su reunión anual, la octava, los amigos y ex jugadores del Club Patín Santo Domingo. Serán unas 60 personas con el Padre Valdés a frente, reunión en la que homenajearán a Alberto Areces y al que fue presidente del club Germán Martínez. El eficaz secretario Chema Feito se ocupa de la organización y en definitiva esta noche tan noble deporte protagonizará la entrañable fiesta. Pues a disfrutarla.