En estos momentos Asturias tiene los combustibles más caros de España gracias, en gran medida, al "céntimo sanitario" del que el presidente del Principado Javier Fernández no quiere quitar ni en broma. También tenemos los billetes más caros para ir o venir a Madrid en avión, y muchos ciudadanos tienen que trasladarse a Santander, para satisfacción de Miguel Angel Revilla, que bien se chotea de nosotros, para utilizar líneas aéreas baratas que les llevan a Roma, Bruselas o donde sea.
Aquí las cosas, por tanto, parecen ir manga por hombro. Menos mal que esta semana próxima Mariano Rajoy a base de soltar grava logrará sacar adelante los presupuestos generales de los que casi 300 millones de euros serán para Asturias tras haber logrado Foro doblegar la tozudez de Cristobal Montoro aumentando las partidas, especialmente para finalizar las obras del AVE que según el partido fundado por Francisco Alvarez-Cascos hará que en su día, veremos a ver cuando, el viaje a Madrid sea de dos horas y media.
A todo esto, me refiero a Oviedo, la ciudad está paralizada por la falta de agilidad de la oficina de urbanismo en conceder licencias municipales para nuevas construcciones. Ayer supe de un empresario que quiere rehabilitar un edificio en la calle Campoamor y se ha echado para atrás cuando en el ayuntamiento le dijeron que la licencia de derribo se la darían en octubre y la de construcción por lo menos no antes de un año. Por supuesto que están muy bien los planes de empleo y la limpia de cunetas en nuestra zona rural pero ya me gustaría ver más al alcalde y a su equipo visitando nueva obra en la construcción, todo un motor de empleo, y cuyos promotores están desanimados a la espera de tiempos mejores. Menos mal que el señor Arzobispo Jesús Sanz tiene mucha influencia y así el ayuntamiento ha prometido que la remodelación del Seminario tendrá licencia en dos meses. Seguro que puso una vela a Santa Eulalia, patrona de la capital.
Mientras Oviedo espera por los terrenos de La Vega, los antiguos del HUCA y compañía, el non nato spa, el bulevar, el bombé, el escorialin, y hasta el quiosco de caramelos que regentaba la chucha desde hace años cerrado a cal y canto, el complejo de viviendas y servicios de Jovellanos XXI, ese en el que en principio se iba a construir la Ciudad de la Justicia y luego torres de vivienda diseñadas por el inefable Calatrava, sigue paralizado a medio construir, en manos del banco Sabadell/Herrero, incapaces los doce constructores de medio pelo que se unieron para sacar el complejo adelante de aportar el dinero exigido por el banco, 35 millones de euros, más otros 50 para rematar la obra. Al principio estuvo interesado el grupo de Carlos Slim pero las gestiones no cuajaron. Salvo por el Real Oviedo el inversor mexicano no quiere saber nada del Principado, tras el affaire ocurrido con el hotel en Barros (LLanes); sin embargo, ahora apareció otro grupo de aquel país y cuando las negociaciones iban por buen camino, hasta el punto que se vislumbraba un acuerdo entre las partes, sorpresivamente se han retirado y la operación vuelve a estar en punto muerto. Como ya entramos en la recta final de la legislatura autonómica y municipal, habrá promesas y buenas palabras por parte de los partidos representativos mientras el navajeo de la confección de listas de candidatos se hará por lo bajinis para que mis colegas no se enteren, lo que será difícil, sin duda alguna, especialmente en lo que se refiere al Partido Popular.
