Hasta los informativos nacionales de las grandes cadenas de televisión se han hecho eco de las declaraciones de Lucía Fernández, la universitaria que para salir adelante se dedica a la prostitución, lo que ha expuesto en público en un foro que estos días la Universidad de Oviedo celebra sobre lo que es considerada como la profesión más vieja, y degradada, del mundo y cuya cobertura legal en España, al contrario que en otros países de la Unión Europea, no existe. A Lucia Fernández le faltan cinco asignaturas para terminar la carrera de Derecho y su objetivo es hacer oposiciones a subinspectora de la Seguridad Social. Viendo su decisión no me cabe duda de que antes o después lo conseguirá aunque moverse en el ambiente de la prostitución no es fácil por mucha profesionalidad como trabajadora sexual que aplique. Seguro que sus declaraciones estos días han despertado en la sociedad asturiana sorpresa y estupor pero, digámoslo claro, nuestra sociedad tiene grandes dosis de cinismo y, ya se sabe, en muchos casos, o miramos para otro lado o solventamos situaciones a base de golpes de pecho. En todo caso considero que Lucia Fernández, gijonesa de 25 años, los tiene bien puesto y el debate sobre la situación de la prostitución en España celebrado en la Universidad de Oviedo es de lo más oportuno como un paso más hacia la dignificación y emancipación de la mujer.
Y ya que me refiero a la universidad asturiana, tensas continúan las elaciones entre el Principado y el Rectorado. Al enfrentamiento se une ahora el alcalde de Mieres Aníbal Vázquez, verdaderamente cabreado por la actitud del jefe del Ejecutivo Javier Fernández que hoy se negó a acudir a la villa de Teodoro Cuesta para debatir sobre el futuro del campus universitario que desde su construcción parece estar maldito, o en todo caso, olvidado. Ante la ausencia del presidente del Principado el alcalde anuló la reunión expresando su malestar hasta el punto de decir que si quieren derribar el campus, que lo digan, y es que ahora está en juego la ubicación del nuevo grado de Deportes que en principio se disputan Mieres y Gijón, aunque en mi opinión debería ubicarse en la primera localidad citada donde hay un campus nuevo, residencia de estudiantes y unas magníficas instalaciones deportivas; nuevos estudios, por tanto, que vendrían muy bien a este concejo minero en decadencia desde hace años y en el que actualmente gobierna, y con eficacia, Izquierda Unida. Tal es el cabreo del alcalde que amenazada al gobierno asturiano de salirse del proyecto del área metropolitana. Desde que se inauguró el campus universitaria de Mieres allí siguen esperando el traslado de la Escuela Superior de Ingenieros de Minas desde Oviedo pero no hay dirigentes ni en el gobierno ni en la universidad con los suficientes bemoles como para decidirlo.
A un año de las elecciones municipales y autonómicas el enfrentamiento entre los distintos partidos con representación parlamentaria, alineados en los clásicos bloques de la derecha y la izquierda, hace que Asturias sufra con los presupuestos prorrogados, el crédito de más de 100 millones de euros sin aprobar, y la ausencia de obra pública y privada pese a las promesas, principalmente, del ministro de Fomento.
En fin, para combatir el pesimismo les invito a asistir mañana, jueves, a las 19,00 horas en la Librería Cervantes a la presentación del premio de novela Principado de Asturias 2017 "El inventor de sueños" del que es autor el periodista ovetense Adolfo Casaprima. Al menos aún nos quedan buenas plumas.