Leo en "El Confidencial" una encuesta que da a Ciudadanos claramente ganador de las elecciones generales si se celebrasen ahora, muy por encima del Partido Popular y del PSOE. La confluencia de Podemos, también a la baja. Si en el 2020, año en que de verdad deberemos de pasar por las urnas, fuese así el Partido Popular, ya si Mariano Rajoy, por supuesto, pasaría de ser líder a gregario de Ciudadanos si es que el centro derecha quiere continuar gobernando este país aunque Albert Rivera, que de tonto no tiene un pelo, podría en su momento también apoyarse en el PSOE para sentarse por fin en el despacho de La Moncloa.
Pero como decía mi abuela, la langosta al cocer mengua y esto es lo que a la hora de la verdad le puede pasar a Ciudadanos. Aquí, en Asturias, no les veo muy activos. Su cabeza más visible, el abogado gijonés Ignacio Prendes, no es un político carismático, ni mucho menos, y además tras probar las mieles que supone estar de vicepresidente en el Congreso de los Diputados seguro que cada vez le cuesta más coger el ALSA, aunque seguro que emplea otro medio de transporte, para venir a Asturias. No le veo, la verdad, encabezando la próxima lista de candidatos de Ciudadanos. Quien sí mueve los aún escasos hilos de este partido en el Principado es el único concejal que tiene en Siero, Sergio García, un montañés afincado en Asturias, del que se quejan dirigentes de medio pelo en nuestra región por no permitirles ni mover un a silla sin su permiso.
No descubro nada nuevo si comento que en las filas populares hay cierto desánimo por cómo van las cosas. No llega la renovación generacional prometida en su día por el registrador de la propiedad gallego mientras crece una corriente de apoyo al líder autonómico de la Xunta Alberto Nuñez Feijoo.
Aquí, en Asturias, a la baronesa popular Mercedes Fernández no le va a aquedar más remedio que hacer de tripas corazón y acoger al cada vez más debilitado Foro, pese al esfuerzo inasequible al desaliento de su presidenta Cristina Coto, en su seno. Como siempre me dice un familiar muy carca que tengo, la derecha unida jamás será vencida.
Me congratula que en el último consejo de ministros se hayan aprobado del orden de los cien millones de euros para por fin colocar vías y otros accesorios en los túneles de la variante ferroviaria de Pajares. Será verdad, de lo que me alegro, que el ministro Iñigo de la Serna, es persona de palabra. Siento no haber apoyado su candidatura para la Amuravela de oro.
De todas las maneras Asturias tiene muchos proyectos pendientes, en Oviedo y en el resto de la región. El Naranco y nuestro impagable pre románico esperan un profundo reordenamiento que no llega nunca, gobierne quien gobierne, mientras los socios del tripartito afilan los cuchillos cara a las próximas elecciones municipales que están a la vuelta de la esquina, lo que sin duda dificulta la tarea del día a día del alcalde Wenceslao López.
En Italia hubo ayer elecciones generales y, al igual que aquí, no lo entiende nadie, solo que los italianos son capaces de estar meses y meses sin gobierno pero con una Administración bien engrasada y que funciona gracias a un eficaz funcionariado. Eso sí, me preocupa el crecimiento de los euroescépticos y es que si se rompiese la Unión Europea sería, sin duda alguna, nuestra muerte.