La defensa de la secesión de Tabarnia como región que incluye Barcelona y Tarragona ha comenzado a ganar relevancia mediática tras las elecciones autonómicas de Cataluña. No es extraño, ya que los resultados electorales que se produjeron en el las provincias citadas han servido para fortalecer los argumentos para sustentar la idea de Tabarnia.
El reparto de escaños autonómicos perjudicó, por la legislación electoral, a Barcelona y a Tarragona. La razón es que en esas provincias ganó Ciudadanos por numerosos votos, pero los mismos tuvieron un valor inferior al de otras provincias, en las que se requerían menos votos para obtener escaños. La circunstancia favoreció claramente a los partidos políticos defensores del independentismo. Además de los factores electorales, hay factores, históricos, económicos y sociales que sustentan la identidad autonómica de Tabarnia. Esta región tiene sus propias características históricas y se ha visto muy perjudicada por el movimiento secesionista catalán, que ha producido daños en el tejido económico de grandes ciudades, siendo Barcelona un buen ejemplo.
Tabarnia puede ser un buen antídoto contra el independentismo catalán, ya que los argumentos empleados para defender la creación de esa nueva región son similarmente ridículos a los utilizados para defender la idea de un Estado catalán. Se puede comprobar, de ese modo, que una buena forma de combatir las reclamaciones relacionadas con el ejercicio de un derecho cuya existencia resulta cuestionable es atacar solicitando el reconocimiento de otro derecho de análoga naturaleza con un fundamento igual o similar.
En el caso de Tabarnia, los argumentos que sustentan su autonomía son más fuertes que los que mantienen la independencia de Cataluña como posible. Mientras que se intenta defender la secesión catalana con la alegación del derecho de autodeterminación de los territorios, que sólo existe para pueblos que fueron colonizadores el pasado y que tiene como límite la integridad territorial de los Estados, la creación política de Tabarnia podría basarse en el artículo 143 de la Constitución, que permite la implantación de Comunidades Autónomas. Si los independentistas catalanes son coherentes, deberían permitir que se pueda deducir sobre Tabarnia. Sin embargo, no parece fácil que eso se vaya a ver, aunque, al menos, se habrá podido disfrutar de un buen y divertido espectáculo mediático.