Desde ayer estoy en campaña. Me propuse que a mitad de mes entraría en campaña y así lo hice. Se que es duro; se que lleva su trabajo; se, también, que me obliga a estar quince días de concentración y permanente alerta; se, en definitiva, que debo dedicar un tiempo a la reflexión para evitar cualquier error. Prometo que trataré de conseguir mi objetivo para el bien de una inmensa mayoría de los españoles adictos a la "caja tonta".
¿De qué campaña se trata?, alguno se puede preguntar. Bueno, pues me he propuesto en estos últimos quince días de diciembre, cada vez que en mi casa suene el teléfono fijo, nada más descolgar, contestar con la frase: "No veré bajo ningún concepto las campanadas en Tele 5". Y si el teléfono que me suena es el móvil, usar la frase: "Bajo ningún concepto veré en Tele 5, en Nochevieja, Sálvame Star".
Solo con imaginar el tránsito entre este año y el que viene en compañía de la novia de "P", y sus colegas de la inmundicia televisiva tan apestosa como lucrativa, se me ponen los pelos como escarpias.