Cuando se acerca un nuevo año la Ministra de Empleo y Seguridad Social Fátima Bañez y sus asesores prepara una carta dirigida a todos los pensionistas de la nación, incluidos los 300.000 ciudadanos que reciben alguna prestación en nuestra comunidad autónoma, en la que con empalagosas frases comunica que un año más las pensiones se revalorizarán un 0,25 por ciento, muchos menos, por supuesto, que la revalorización de los sueldos de la mayoría de nuestros políticos.
El caso es que de un tiempo para acá hay inquietud en este importante sector social de España y de Asturias. Llegan noticias, en su mayoría confusas o tergiversadas, del saqueo que el gobierno hace a la hucha de la Seguridad Social para poder pagar cada mes, más dos pagas extraordinarias al año, a los miles de ciudadanos que cotizaron a lo largo de su vida laboral y por tanto ahora gozan de ese derecho que para la mayoría es pura y dura subsistencia de ellos, de sus hijos e incluso de sus nietos.
Ya se que el Estado y sus dirigentes tienen en la actualidad ocupadas la mayoría de sus energías en apagar el fuego catalán además de un deseo por gran parte de los dirigentes de reformar la Constitución. Cuando eso ocurra espero que quede bien delimitado el papel de los pensionistas y sus derechos.
Hace unos días en una reunión de varios cientos de pensionistas en El Berrón la presidenta de la Federación de Mayores del Principado de Asturias (FAMPA) que agrupa a más de 60.000 en nuestra región, Dolores San Martín, decía dirigiéndose a los presentes que hay tres problemas a solventar, el menor poder adquisitivo, las menos ayudas sociales y una mayor incertidumbre ante el futuro inmediato. La presidenta del FAMPA pide precisamente un blindaje a través de la Constitución y los presupuestos generales de los subsidios de los jubilados, ello como consecuencia de que FAMPA prevé presentar a través de una plataforma nacional que ya lleva 1.200.000 firmas, una iniciativa popular en el Congreso ante la pérdida de un 6 por ciento que los pensionistas están sufriendo en los últimos años.
El tema es muy serio y la incertidumbre muy grande entre los afectados. En el caso de Asturias además no podemos ignorar que las pensiones constituyen una partida muy importante de nuestra economía que sirve también para dinamizar el consumo. ¿Por qué, sino, esta región es la que tiene un mayor número de grandes superficies comerciales por metro cuadrado?.
Además nuestra autonomía cada día está más envejecida. El gobierno de Javier Fernández ha elaborado un plan para fomentar la natalidad pero sus medidas me parecen cicateras y a largo plazo. En la misma tesitura se encuentra Castilla León y Galicia cuyos tres presidentes, el nuestro socialista, los otros dos populares, parecen haber acercado últimamente posturas ante los graves problemas comunes que tenemos las tres autonomías vecinas. Veremos a ver si en el caso de la financiación autonómica no se bajan los pantalones ante el cupo vasco y las decisiones de Cristóbal Montoro. Asturias no solo debe de aprobar los presupuestos para el 2018 en la Junta General del Principado sino también mostrar más mano dura con el gobierno central. De lo contrario mal iremos.