Hoy se cumplen 39 años de la aprobación de la Constitución española, sucesora de las leyes de la dictadura y que en su día, allá por 1998, supuso poner de acuerdo a las distintas fuerzas políticas de las dos Españas con una figura catalizadora, la de Juan Carlos I, actual Rey emérito, a quien, digan lo que digan algunos, nuestro país debe mucho.
La Constitución cuyo cumpleaños celebramos hoy sufrió diversos avatares, principalmente el intento de golpe de Estado el 23-F y el reciente intento secesionista de algunas fuerzas políticas catalanas. Lo digo con todos los respetos pero en España, al igual que en Asturias, el nivel de nuestros políticos ha ido para atrás, como el cangrejo.
Baste recordar en el caso del Principado a personajes a los que tuve el honor de tratar como Rafael Fernández, Rafael Calvo Ortega, Emilio García-Pumarino, Horacio Fernández Inguanzo, Gerardo Iglesias, Juan de la Vallina Velarde, Julio González Campos, Francisco Sosa Wagner, Luis Gómez Llorente, Jesús Sanjurjo, Pura Tomás, Aurora Puente, el hoy alcalde de Oviedo Wenceslao López, Antonio Masip y muchos más. Pero como el paso del tiempo es inexorable, unos ya se han ido para siempre y otros se han retirado por razones de edad a los cuarteles de invierno. El caso es que la casta política en nuestra región, como en las demás, se ha ido profesionalizando, aferrándose en la mayoría de los casos a la poltrona y tapando de paso el acceso de savia nueva puesto que la sección de nuevas generaciones apenas es utilizada salvo para actuar de palmeros en los actos de partido.
El caso es que Asturias continúa desangrándose en lo principal, esto es, en su capital humano. Importantes familias financieras y empresariales se van a otras autonomías porque en ellas pagan menos impuestos, principalmente en el capítulo de sucesiones, y lo mismo ocurre con profesionales, frustrados ante las escasas oportunidades que tienen en la región. Un ejemplo está en los profesionales de la medicina. Responsables de la misma se quejan de que se están marchando primeros espadas y que habrá que recurrir a los MIR. Es cierto, ayer me enteré de la marcha a Madrid, fichado por un prestigioso centro internacional de lucha contra el cáncer, de un destacado jefe de servicio del HUCA. El consejero de Sanidad Francisco del Busto, médico de profesión, me parece un buen tipo, trabajador y bien intencionado, muy lejos del sectarismo de su antecesor, Faustino Blanco, del que ya no se acuerdan ni los suyos, pero debe de estar atento a que la calidad hoy tiene la medicina pública del Principado no se deteriore.
Volviendo a nuestros políticos, además de la reciente aparición de la nueva formación Podemos así como de Ciudadanos, el partido tradicional que parece ir camino de una amplia remodelación en nuestra autonomía es el PSOE con la elección del ex alcalde de Laviana Adrián Barbón como secretario regional. Además de la diputada Adriana Lastra, del eurodiputado Jonás Fernández, hijo de mi buen amigo y antiguo compañero en HUNOSA Victorín, hay una serie de futuros valores que están en alza, caso del alcalde de Villaviciosa, Alejandro VegaGerardo Sanz, del de Corvera Iván Fernández, del secretario del SOMA José Luis Alperi, del nuevo secretario de la AMSO Iván Piñuela, del secretario socialista de Gijón Iván Fernández Ardura, y más que son ya parte importante de la nueva savia que los socialistas asturianos quieren inyectar en nuestra sociedad. Esperemos que acierten y sea una savia compatible con los intereses generales de esta bendita tierra que es la nuestra