Fin de semana para pensar. En un lugar de Cataluña de cuyo nombre no quiero acordarme....andan reunidos los Puidemont, los Junqueras y las Forcadell para decidir que tipo de independencia familiar les puede convenir más. Una leve: de dos, tres o cinco años con algún fin de semana durmiendo en casa ya en los últimos tiempos y una vez embargados sus bienes patrimoniales en el caso de no pagar la fianza correspondiente por los destrozos ocasionados (hasta ahora solo materiales). O una grave: de quince o veinte años con posibilidad de reducir la forzada independencia una vez pagada -de igual modo- la fianza correspondiente o el embargo de su patrimonio.
El asunto independentista, hasta hoy incluso un poco festivo y plagado de falsas verdades propagadas espléndidamente para el consumo de la masa ansiosa de la buena nueva, entra por fin en la parte seria. No cabría esperar otra cosa. El Estado y las leyes constitucionales van a tomar la palabra.
Los Puigdemont, los Junqueras y las Forcadell van a tener que rendir cuentas no solo ante la Ley, también ante sus cónyuges Marcela Topar y Bernat Pegueroles, y ante sus hijos María, Magali, Lluc, Ber
