Los "Jordis", que bailaron encima de un vehículo de la Guardia Civil, están en la cárcel de Soto del Real, en donde -según la juez- tiene que estar.

Se habla de presos políticos (el formidable líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la extraordinaria alcaldesa de Barcelona, Ada Colau). Es una vergüenza que se hable de presos políticos en una democracia cuando se puede comparar su situación en Soto del Real con otros auténticos presos políticos en diversas cárceles de países no tan distantes de nuestro entorno.

En una democracia como la española no se puede bailar sobre una dañado vehículo de la Guardia Civil que es la guardia civil y el vehículo de todos los españoles.

No son presos políticos, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart., son delicuentes civiles y no comunes (quieren provocar un enfrentamiento civil) y como tal, están bien en la cárcel. Y no precisamente en Soto del Real ,relativamente próximos a Cataluña, hay que recolocarles separados y más abajo. 

Para que piensen.