El "Muy Honorable Señor" -tanto de honorable y de muy como sus dos últimos predecesores en el mismo puesto y del mismo partido- Carlos Puigdemont Casamajó, Presidente de la Generalidad de Cataluña, conjuntamente con su banda dicen que no se someterán ni al Gobierno Español, democráticamente elegido, ni al Tribunal Constitucional, ni acatarán las Leyes españolas. En definitiva, el muy honorable señor P. Casamajó y su banda quieren romper España, y romper España no es robar una gallina.
Los tribunales de justicia deben dar una respuesta adecuada y proporcional al intento de golpe de Estado que estos independentistas-butifarra (tapa corrupción del 3% y más) están promoviendo. Y un golpe de Estado, en una sociedad democrática, no es lo mismo que una butifarra cualquiera. Hay más que carne de cerdo, sal y pimienta.
La banda y el señor P. Casamajó, dicen que van a por todas y que para ello están dispuestos hasta ir a la cárcel, en donde saben que hasta podrían ser considerados muy honorables mártires de la independencia.
Nada de cárcel, sería hacerles un favor. Lo que tienen que saber los Tribunales, cuando llegue el momento, es que lo que más les hace reconsiderar a los independentistas de la butifarra de cara a una posible rehabilitación es tocarles "la pela". Y cuando digo "la pela" me refiero también -si no pagan las cuantiosas multas e indemnizaciones que les correspondan acordes al desafío que han planteado- al embargo o la expropiación de la masía, el piso en la ciudad, el apartamento en la costa o las herencias de Andalucia, Extremadura o Castilla La Mancha de las que sean titulares.
Vuelvo a repetir: nada de cárcel. Para independentista trabados como estos de la butifarra lo que hay que hacer es tocarles "la pela".