La Asociación "Día de Galicia en Asturias" que preside el orensano Manuel Fernández Quevedo, casado con asturiana y que ha desarrollado toda su vida profesional en la capital de Asturias donde continua residiendo tras su jubilación, celebró hoy su día grande con la imposición de la insignia de oro y brillantes y entrega del carné de presidente de honor al presidente de la Xunta de Galicia Alberto Núñez Feijoo en un acto celebrado en la sala de cámara del Auditorio al que asistió el delegado del Gobierno Gabino de Lorenzo así como la concejala del grupo socialista Marisa Ponga, que fue quien en nombre del ayuntamiento dio la bienvenida a Núñez Feijoo mientras en el otro lado de la mesa el concejal de Cultura Roberto Sánchez Ramos, el único sin corbata, no perdía detalle de las palabras de su compañera, nervioso quizás ante el acontecimiento previsto para la tarde en que se conmemoraba el centenario del Teatro Campoamor.
La sala de cámara del Audiorio no se llenó con asistencia de unas doscientas personas, entre ellas un grupo llegado de la localidad natal, Laurel, del presidente de la Xunta y del propio Fernández Quevedo. Probablemente hubo más asistencia la comida, 243 personas, celebrada en el complejo de "La Zoreda". En el acto, por supuesto, la presidenta regional del PP Mercedes Fernández, el secretario regional Luis Venta así como algunos diputados y concejales populares con Agustín Caunedo al frente, la madre y la hermana del presidente de la Xunta, Tina Gutiérrez, la cantante gallega Lucía Pérez, el presidente del Centro Asturiano de Oviedo Alfredo Canteli y señora, el perejil de todos los guisos Manuel García Linares y los doctores Luis Fernández-Vega y Esteban, jefes de los servicios de oftalmología y oncología del HUCA, o el ex director de "El Faro de Vigo" y actual alto ejecutivo de Prensa Ibérica Isidoro Nicieza, el concejal de Ciudadanos Luis Pacho, nadie de Foro por cierto, el empresario Manuel Cosmen y un público en general a quien encantó el discurso de Núñez Feijoo, espontáneo y con socarronería propia de un buen estadista, si bien elogió sin tapujos a la ciudad de Oviedo así como Asturias reconociendo que nuestra autonomía aventaja en varios frentes a la nación gallega. Dijo también que para los gallegos y en concreto para los orensanos además de un perro o un gato el animal de compañía es el pulpo que desde Orense, única provincia que de Galicia que no tiene mar, exporta a todo el mundo. Expuso la necesidad de potenciar la cornisa Cantábrica y también la necesidad de fomentar más el dialogo entre nuestras dos comunidades. Noté que sus palabras le salían del corazón, apartó los folios que traía preparados, e incluso reconoció que su primera novia había sido de Oviedo.
Fue, pues, el de esta mañana un acto emotivo que sin duda sirve para reafirmar más los lazos entre las dos comunidades y en concreto con los 23.000 gallegos que residen en el Principado. Tras el acto, luego, en "La Zoreda", fabada y arroz con leche en su honor.
Por cierto, como mi espía XP XIII, que está siempre a la que salta y me acompañó discretamente en esta ocasión, me informa que el periodista gijonés Ceferino de Blas, que lleva años en Vigo, en donde se ha jubilado del "Faro", es nombrado cronista oficial de la ciudad gallega donde reside. Aprovechando que el Nora pasa por Lugones me entero también que a finales de mes la corporación de Siero nombrará cronista oficial de Lugones al bueno de José Antonio Copen, que bien se lo merece. Así Siero tendrá dos cronistas porque desde hace tiempo lo es también José Domínguez Carazo.
Copen es un gran tipo, enamorado de Lugones sobre el que ha escrito varios libros, colaborador en los periódicos y culto como el solo. Este "Capi", el alcalde del concejo, es más listo de lo que parece.