A cuantas galerías fui y cuantos cuadros vi...con la misma denominación: "Sin titulo". Será que el autor después de tantas pinceladas, agotado ante el mismo, no sabe como llamar a su nueva obra maestra. Conocí a varios pintores y lo único que saqué en claro es que casi todos tienen manías. Con el que más nexo tuve fue con Justo José, nos conocimos en Madrid, cumpliendo la "mili", a él, le debo mi posterior amor por el mundo del arte. Me llevó a todos los Museos de la capital y algunas galerías privadas, eramos los únicos asturianos que pasábamos de venir de fin de semana a nuestra tierra. Una pensión entorno a la plaza del Sol, para estar cerca de nuestros santuario "La Mina" una sidrería que si no recuerdo mal estaba en la calle Sevilla, hoy -ya no existe- y que regentaba Tuto. No muy lejos de allí la sidrería el Escarpín, era nuestro territorio.

Mi "guia" y querido amigo Justo, me introdujo en el maravilloso mundo del arte. Recuerdo una de sus primeras lecciones, que ves - me dijo - "furri" ? (1) Estábamos ante un cuadro para mi  normal del todo. Un paisaje, muchos arboles, montañas al fondo, nubes...

Le respondí, un escueto, no esta mal (intuía que el me preguntaba por algo mas), sonríe y me comenta, si te fijas en este árbol, puedes ver en su perfil el rostro de un ser humano. El veía una cara y yo, solo hojas.

Efectivamente, así era. Desde aquel momento supe que además de ver hay que saber...mirar. Mi amigo, pudo haber disfrutado de una "mili" maravillosa, pero no se dejo seducir por sus superiores que le pedían sobretodo retratos de sus mas allegados, se negaba en redondo. Después de muchos meses, mas de un año, logré que me hiciera con lapices de todos los colores un retrato mio. Lo que tuve que rogar por el mismo. Y lo que les decía, su manía era no firmar los cuadros. Este en concreto hubo que pasar años para que me estampara su rubrica y lo hizo con un simple boli "bic". Y eso...que eramos amigos. 

Mi primitiva intención era escribir sobre algo pues llevaba días sin hacerlo. No resulta sencillo, quizás para los profesionales y que viven de sus artículos,tienen métodos propios, recursos, obedecen a la linea editorial que les pagan. Mi caso es bien distinto. Después de estar ocho horas ante un ordenador, haciendo todo tipo de asientos contables, atender a proveedores/clientes, tener la correspondencia -si es posible, al día- y compartir con tus compañeros sus/mis pesares y alguna que otra alegría. Esto de escribir es como ir a un "spa", me relaja. Pero, aveces, cuando en la mente solo tienes una neblina y no te deja ver con nitidez, lo pasas mal. Sueño que me leen muchos y que me debo a todos los que castigan su pupila en recorrer estas lineas. Por vosotros sigo aquí. Nada me retiene, solo el placer de contarles un instante de mi vida o un comentario de un recorte de prensa.  Amigo, Justo, ahora nos vemos apenas nada, pero el pasado ahí esta y siempre será de los dos.

 

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(1) "Furri" abreviatura cariñosa del grado militar:  "Cabo Furriel" cargo que ostente por unos meses. Y que los altos mandos me quitaron por "asuntos regionales" y estos no fueron otros que 14 asturianos tenían un manta mas en sus camas que el resto de los casi doscientos soldados pertenecientes a la 8ª compañía del Ministerio del ejercito (Madrid).  Sobran las palabras por el cual cometí tal "delito".

Ahora, me da la risa, pero lo cosa no fue de broma. El comandante, capitán, teniente, sargento de la Cía. y yo, pasando revista. Todos delante de sus literas. Cama Nº 1 ... dos mantas...cama Nº 2...dos mantas...  y así cama tras cama, de vez en cuando cama Nº 74...tres mantas,,, y así hasta la última litera.

Los que tienen "TRES"  mantas que se vengan para acá - dijo el Comandante - y catorce soldados ante él. Ud. de dónde es?  Y solo oía: De Gijón, de Mieres, de Luarca, y así hasta el último. Luego, se dirige hacia mi, Ud. asturiano, verdad?

No solo perdí el rango militar sino que me "metieron" 15 días de "arresto". Pero, gané la amistad de 14 asturianos para toda la vida, esto para mi vale mas que todos los "galones" y condecoraciones militares que se puedan colgar sobre el pecho, hombreras y mangas.

Otra etapa de mi vida.