El próximo día 9 de octubre Gerardo Iglesias presentará el libro que ha escrito sobre los máquis en Asturias, fusilados o abatidos en los montes por las fuerzas de la dictadura franquista. Lo hará a mediodía en el pueblo de la Teyera, una pequeña localidad en los alto de Santo Emiliano, camino de El Cabo, en donde, por lo visto, hubo varias ejecuciones de los guerrilleros que andaban huídos tras la guerra civil. En su libro Gerardo Iglesias hace un retrato histórico de 25 de ellos, así como de sus familias, y en la pequeña escuela de la Teyera ha preparado para ese día una muestra fotográfica con los retratos de los protagonistas de su libro, libro en el que Gerardo Iglesias, venciendo sus fuertes dolores de espalda que le traen a mal traer, ha trabajo intensamente con cariño después de muchos años de permanecer en el ostracismo político, ajeno a cualquier presencia, incluso en los medios de comunicación.
Me consta que no ha sido facil para Gerardo Iglesias escribir la biografía de estos 25 guerrilleros, en su momento dejados de la mano del destino mientras esperaban que un partido Comunista en la clandestinidad o un Santiago Carrillo dirigiendo los hilos desde ella se hubieran ocupado más de ellos, pero hoy Gerardo Iglesias con su libro quiere hacer justicia a aquellas vidas sacrificadas en la posguerra por los vencedores y, por tanto, estoy seguro que ese día 9 se dará cita en la Teyera no solo amigos sino también la izquierda auténtica de Asturias, como Buján, Emilio Huerta, Roberto Sánchez Ramos, Francisco José Suárez…
Desde su ideología reivindicativa y social Gerardo Iglesias ocupa un lugar importante en el desarrollo de la democracia en Asturias y en España, y más concretamente por su actuación en la pre autonomía y en la redacción del Estatuto de Asturias. Simpre digo que Gerardo es el otro paisano; del primero, Horacio Fernández Inguanzo, aprendió mucho y dada su valía en un momento dado Santiago Carrillo le llevó para Madrid como su sucesor, esto es, secretario general del PCE, pensando el veterano político gijonés que iba a manejar al joven minero de La Cerezal como si fuera un títere en sus manos. Gran equivocación la del viejo zorro comunista. Rápidamente Gerardo Iglesias impuso su personalidad y arrinconó los obsoletos planteamientos de Carrillo. Luego, Madrid quema mucho, algo desencantado retornó a su amada Asturias haciendo lo que pocos políticos hacen: Volver a su puesto de trabajo como picador en el pozo Polio. Sufrió un accidente que le lesionó gravemente la espalda y hubo de retirarse. Como siempre pasa en esta dificil Asturias muchos dieron a la parpayuela manifestando que lo del accidente era un montaje, pero Gerardo Iglesias desde entonces, allá por el año 1990, viene sufriendo lo indecible. No tuvo éxito en sus dos aventuras como empresario hostelero en Gijón y se retiró de la vida pública, residiendo en Oviedo. De la cosecha de 1945, como Pedro de Silva, Juan Luis Rodríguez Vigil, Antonio Masip y un servidor, entre otros, este libro que va a presentar en sociedad me demuestra, alegrándome de ello, que su espíritu continúa inquieto. No quiso ir -esa dichosa espalda- a recoger el pasado día 7 de septiembre la medalla de plata de Asturias con la que su buen amigo y antiguo compañero en la pre autonomía Francisco Alvarez-Cascos le obsequió en su retorno al Principado, y nada menos que de presidente, y a lo mejor sería el próximo día 9 un momento oportuno para que el jefe del Ejecutivo se personase en la Teyera e hiciera entrega de la citada medalla a Gerardo. Es una idea.
Unos días antes, concretamente mañana, la izquierda oficial dará su particular homenaje al ex presidente del Principado Vicente Alvarez Areces en el curso de una espicha nocturna que tendrá lugar en el recinto de la Feria de Muestras de Asturias en Gijón. Me cuentan que ya se han apuntado 1.200 y es que el futuro senador sigue teniendo gancho y hasta estómagos agradecidos que no le olvidan. La organización a cargo de los mismos incondicionales que preparaban sus actos oficiosos previos a las elecciones autonómicas no deja detalle al azar. José Luis Iglesias, el veterano sindicalista de USO, es uno de ellos, uno de sus más fervientes admiradores, al igual que el ex sindicalista Marino Artos. Siento que con el cambio de gobierno en Asturias pierda su puesto de consejero en la sociedad de Estiba y Desestiba del puerto de Gijón. Por cierto ¿Acudirá José Luis Igleslias Riopedre?. Miren que si se presenta de improviso Alfredo Pérez Rubalcaba. Pronto lo sabremos.
La Federación Socialista Asturiana lo tiene ya todo preparado para anunciar sus candidatos al Congreso y al Senado. Para el primero, Antonio Trevín, que sí estará mañana en Gijón, y para el Senado me informan que además de Vicente Alvarez Areces irán el incombustible Hugo Morán y también la incombustible Carmen Sanjurjo -el clan Kennedy no puede perderse en el olvido-, así como María Luisa Carcedo y Mariví Monteserín acompañarán al todavía delegado del G0bierno. El 20 N los asturianos deberemos elegir 4 candidatos para el Senado. Son las únicas listas abiertas que conozco de nuestra aún jóven democracia. Siempre salen 3 del partido más votado y 1 del siguiente. Hágan cábalas, señoras y señores. El juego no ha hecho más que empezar