Por fin los tres candidatos a la secretaría general del PSOE debatieron ante las cámaras de televisión y la radio bajo la moderación de una veterana periodista, Carmen del Riego, asturiana, por cierto, a quien, la verdad, no le costó mucho dirigir el debate.

Personalmente creo que quien tuvo más altura, categoría en una palabra, fue el ex lendakari vasco Patxi López quien, por cierto, es quien menos avales presentó en esta carrera hacia ninguna parte. Susana Díaz y Pedro Sánchez se dedicaron a descalificar sus pasadas actuaciones sin aportar nada nuevo a esta sociedad doliente de la que el PSOE pretende ser su salvador.

En un despacho, rodeado por la gestora, Javier Fernández vio el debate con cara de cansancio y de poco amigos. Yo creo que la opinión pública está harta de estos juegos malabares en los que se meten nuestros políticos, en este caso la izquierda conservadora. No creo que el debate haya servido para mover el voto de los militantes el próximo domingo día 21 pero sin embargo sí ha servido para ofrecer a la opinión pública, no solo a los socialistas, un conocimiento más cercano de estos personajes muy lejanos a aquellos dirigentes que fueron Felipe González, Alfonso Guerra, Zapatero, Rafael Fernández, Pedro de Silva, etc.

Lamentablemente pienso que el PSOE se rompe y, por tanto, va camino de hundirse como el Titanic. La juventud apuesta por nuevas opciones como las de Podemos que al paso que vamos van a quedar de mandamases en la izquierda española puesto que también han acabado con Izquierda Unida. El socialismo en general se está hundiendo en los distintos frentes de la Unión Europea. El caso francés es el más trágico. Aquí en esta lucha fratricida que se dilucidará el domingo en las urnas de las Casas del Pueblo los socialistas que apoyan a Pedro Sánchez son la base mientras los que apoyan a "la lozana andaluza" son los cargos. A Patxi López creo que le apoyan, caso del consejero de Empleo del Principado Francisco Blanco, los intelectuales. Por cierto, estoy de acuerdo con Pedro Sánchez y Patxi López respecto a que el nuevo secretario general deba serlo a tiempo completo, algo que no le gusta a la andaluza que aunque salga elegida quiere mantener su reinado en el feudo de la Federación Socialista Andaluza y en la misma Junta de una autonomía donde el PSOE tiene su más amplio granero de votos.

En todo caso deseo que lo más rápidamente posible la batalla finalice para que nuestro presidente Javier Fernández vuelva a encargarse de los asuntos asturianos que no van bien con una deuda acumulada nuestra autonomía de más 3.000 millones de euros, con dos consejeras reprobadas y una tercera, Dolores Carcedo, la de Hacienda, en camino. Hasta Foro Asturias con su único diputado en el Congreso, Isidro Martínez Oblanca, flojea en apretarle las tuercas a Mariano Rajoy para obtener dinero para Asturias dado que su voto es imprescindible para que el gobierno pueda sacar adelante los presupuestos generales del Estado. Mientras el País Vasco y Canarias chupan cada vez más de la teta del Estado Asturias pasa hambre.

En definitiva, mucho me temo que el PSOE rompa, lo que no será bueno ni para ellos ni para España. Pero eso sí, buscado sí que se lo han buscado.