El próximo jueves el grupo ACS celebrará su junta genera en la que Florentino Pérez cederá el mando de la misma a Marcelino Fernández Verdes, su delfín, como consejero delegado. Marcelino Fernández Verdés es un ovetense nacido en 1955, que fue alumno de los Dominicos y compañero de estudios del que fue dirigente socialista Alvaro Cuesta. Hace unos años la corporación presidida por Gabino de Lorenzo le nombró hijo predilecto de Oviedo.

Este destacado ejecutivo mantiene una gran relación con su tierra. Años ha tuve ocasión de conocer a su padre ya fallecido, funcionario de la extinta Diputación provincial y en aquellos tiempos muy directo colaborador de José López Muñiz. El nuevo consejero delegado del grupo ACS ha crecido profesionalmente a la sombra de su mentor, el hoy presidente del Real Madrid Florentino Pérez y los accionistas que ven con buenos ojos esta transición en la cúpula de ACS esperan un relanzamiento de la compañía.

El alcalde socialista de Calasparra, José Vélez, y que apoya a Pedro Sánchez, no se ha cortado un pelo y ha llamado mafioso al presidente de la gestora Javier Fernández y sultana a Susana Díaz lo que ha provocado que una diputada andaluza le conteste pidiendo su dimisión. Quiero decir con esto que cada día que pasa las aguas están más revueltas en el seno del socialismo español.

El próximo sábado, día 13, Susana Díaz hará su visita a Asturias, creo que con mitin en Gijón, feudo de Pedro Sánchez, con intervención de Nino Torre y algún que otro fan suyo en el partido. Si yo fuera ella daría el mitin en el salón principal del palacio de Calatrava en Oviedo con el poderío de llenarlo, casi dos mil personas, pero eso solo lo logró en los buenos tiempos Mariano Rajoy. Al lunes siguiente, en Ferraz, único debate entre los tres candidatos: Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López que, supongo, será televisado en directo. Según los expertos en el socialismo español no va a pasar lo que en Francia, que se cantaba la victoria de uno de los candidatos varios días antes de la votación. Aquí Pedro Sánchez y Susana Díaz están a priori igualados con un Patxi López descolgado que, si embargo, puede inclinar la balanza a uno u otro lado con sus pocos seguidores. Ya se que en estos casos el aparato pesa mucho pero no tengo nada claro que gane la "lozana andaluza" a quien en sus últimas intervenciones veo nerviosa e histriónica mientras su oponente principal, Pedro Sánchez, mantiene ese aire de locutor de tómbola en las fiestas de la Ascensión. Patxi López, por su parte, actúa como misionero queriendo encauzar a los suyos por el camino de la redención.

A esto se acerca el debate de los presupuestos generales del Estado con el grupo de Ciudadanos cabreado por el acuerdo a que ha llegado Mariano Rajoy con el PNV sobre el cupo vasco. Son los más listos, nada de brindis al sol sobre independentismo, lo que buscan es ordeñar cada vez más y mejor la vaca de papa Estado que nutrimos todos los españoles mientras Cataluña se desangra en estériles actitudes. Y Asturias, por supuesto, a la cola de las colas, sin pintar nada y olvidada por unos y por otros.