Las aguas bajan turbias

No me gustó, la verdad, el gesto de los tres candidatos a la secretaría general del PSOE, Susana Díaz, Pedro Sánchez y Patxi López, de ignorarse, ni se saludaron siquiera, en el homenaje recuerdo que su partido dedicó a la ex ministra de Defensa Carmen Chacón recientemente fallecida. Insisto, ya vuelan los cuchillos y como los forofos del fútbol, los partidarios de unos y otros cada vez se calientan más perdiendo el respeto que pienso han de tenerse entre compañeros de partido.

Entre tanto las aguas bajan turbias en el seno del Partido Popular, azotados varios dirigentes por casos de corrupción. El tema es tan gordo que hasta hay revuelo entre los fiscales. A todo esto Mariano Rajoy está tranquilo pero a Esperanza Aguirre le saltan las lágrimas ante las cámaras. ¡Quien lo iba decir!. Espero que no sean de cocodrilo. Eso sí, una cosa está clara: Su carrera política está más que finiquitada, así que a jugar al golf en Llanes.

Acudí a Noreña a la LXXVII reunión del grupo "Gastronomía de la amistad" que cada mes organiza en el Hotel Cristina el infatigable Gustavo González-Izquierdo. En esta ocasión la reunión estaba dedicada al cordero pascual y el canónigo archivero de la cátedral de Oviedo, Agustín Hevia Ballina, nos sorprendió con un documentado pregón como no podía ser menos. A la reunión acudieron tres directivos del Oviedo Moderno con papeletas para ayudar al club. El peluquero de "la roja" Ramiro Fernández no solo compró un taco sino que se hizo socio de este buen equipo de fútbol femenino que si el sábado puntúa en La Corredoria jugará la liguilla de ascenso. La directiva ha tenido a bien, por cierto, que el acceso al partido sea libre a fin de concitar el máximo apoyo del público. El cronista de Lugones José Antonio Coppen ha prometido no faltar.

Agustín Hevia Ballina además de canónigo archivero de la catedral es capellán de las Carmelitas descalzas, director del Archivo Histórico Diocesano y párroco del santuario de Lugás, Valdebárcena y Camoca. En Lugás ha recuperado un reloj solar instalado en una de las paredes del santuario de lo que se siente, y con toda la razón, muy orgulloso. En estas reuniones suelo encontrarme con el abogado José María Pérez, actual presidente de la prestigiosa tertulia LAlderique. Pérez, que creo reside en la ovetense calle Comandante Caballero, hoy Concepción Arenal, lleva muy mal lo del cambio de nombres aplicado por el tripartito municipal a varias vías urbanas y como simple ciudadano de a pié ha llevado al ayuntamiento de la capital a los tribunales por este tema. Ha perdido en el Juzgado de primera Instancia pero ayer mismo ha presentado apelación ante la Audiencia. Por si acaso, de momento, no vaya a ser gane, el tripartito no ha quitado aún las placas antiguas de las calle afectadas por el cambio y es que, según me comenta el propio Pérez, en la Ley de Memoria Histórica que impulso José Luis Rodríguez Zapatero no se habla nada de cambio de nombre de las calles.

También coincido con Maria Luisa Llavona, la viuda del recordado Armando Alvarez, uno de los más interesantes ovetenses que tuvo esta ciudad de nuestros amores. Especialista en micología, promotor del hockey sobre patines, fue varios años presidente del mítico quipo de La Cibeles, el día 21 de junio, día en que entra el verano, Armando Alvarez, embajador de la asturianía por medio mundo, tendrá una calle con su nombre en Oviedo, en vísperas precisamente de un torneo internacional del deporte que tanto amó. Se la merece.



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