Una visita técnica al HUCA hace que coja el autobús de TUA en la plaza del Fresno, antes de La Gesta, y así, sin prisa pero sin pausa, recorra medio Oviedo fijándome en las pequeñas cosas de una mañana primaveral pero con un nordeste que hace que las terrazas estén vacías. Este viaje me da pie para comprobar cómo somos una población envejecida y cada vez más. Me comentaba el otro día el psicoesteta Ramiro Fernández que los jóvenes que acudieron a su peluquería los pasados días de Semana Santa estaban todos trabajando fuera de Asturias. Es una sangría de la que el Principado tardará en reponerse.
Y además de ver cantidad de ciudadanos mayores el viaje en cuestión me sirvió una vez más para comprobar la cantidad de locales en venta o alquiler que tenemos en la capital, síntoma de que la crisis no ha pasado ni mucho menos. El pequeño y mediano comerciante como buen autónomo lucha contra la adversidad y la indiferencia de las administraciones. En Asturias hay unos 70.000 que navegan entre la patronal y los sindicatos en un limbo inconcreto y que subsisten a base de su propio esfuerzo individual que poco les servirá el día de mañana cuando tengan que jubilarse. Si estuvieran unidos serían una fuerza social imparable pero en España, y más en nuestra autonomía, ello se me antoja improbable.
Mi compañero de asiento en el autobús de TUA me reconoce porque de vez en cuando salgo en la tele y me confiesa que es muy amigo de Gerardo Iglesias a quien hace tiempo que no veo pero me consta que tiene la salud muy deteriorada como secuela de aquel accidente que sufrió en el pozo Polio cuando regresó a la mina desencantado de la política. Le cayó un costero y le destrozó la espalda hasta el punto que han tenido que colocarle un aparato para que pueda seguir andado. Recuerdo que cuando lo de su accidente muchos creyeron que era un paripé para jubilarse con una buena pensión. Yo tuve la oportunidad de saber la verdad gracias a mi vecino Tomás, entonces capataz jefe de dicho pozo, y que me contó la verdad: "Gerardo Iglesias pudo contarlo por los pelos". Lo cierto es que a partir de su marcha Izquierda Unida entró en decadencia. Ahora apoya a Somos. Algo así quiso en su momento que fuera IU pero la profesionalización como políticos en cargos remunerados de gran parte de sus dirigentes hizo que fracasase en el empeño. Ahora el minero de La Cerezal se dedica a rescatar la memoria histórica de los que lucharon contra el franquismo y en dar buenos consejos a los jóvenes lebreles de Podemos. Mejor maestro, imposible.
Pese a que en el PSOE se quiere vender como un combate de guante blanco la lucha por la secretaría general lo cierto es que no solo se están afilando los cuchillos sino que algunos ya vuelan en busca del contrincante. Muchos opinan que gane Susana Díaz o gane Pedro Sánchez habrá ruptura en el histórico partido algo que no le conviene al PP pero sí a Somos. A todo esto, enfrascado como está Javier Fernández en llevar a buen puerto la crisis socialista, la gobernabilidad en Asturias está bajo mínimos. ¿Qué fue, por ejemplo, de aquel proyecto de área metropolitana para el centro del Principado?. Para más inri el PSOE ha perdido el concejo de Aller con un David Moreno enrocado en su sillón y va camino de perder Morcín donde "Mino" de IU cuanta ya con el voto del único concejal de Podemos para desbancar al socialista Barbao. Para que prospere la moción de censura solo le falta otro voto más.
El podemita Rubén Rosón ha logrado sacar adelante el presupuesto del ayuntamiento de Oviedo para este año sin realizar recortes en el gasto social. Como era predecible la derecha, PP y Ciudadanos, votó en contra. El Partido Popular que celebrará su congreso local en la primera semana de mayo, a dos años vista ya de las próximas municipales, tiene que comenzar a cargar pilas y renovar equipo si quiere ganar. Vamos, algo así como el Real Oviedo.