Esta madrugada, por fin, los españoles, una buena parte de los españoles, pueden dormir tranquilos. Después de tantos desasosiegos, después de tantas dudas, después de tantas incertidumbres, después de tanto teatro, hoy la vizcondesa del Partido Socialista Obrero Español, Susana Díaz, confirmó a sus fieles allegados de la agrupación socialísta andaluza que se presentará como candidata a la Secretaría General en las futuras primarias del PSOE.
Mañana domingo, aprovechando que se adelanta la hora, que no hay Liga de primera y que las flotas de autobuses de toda España estan bastante libres; y, sobre todo, que Felipe González, José Luis Rodriguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba casualmente no salen de Madrid, la vizcondesa espera llenar la plaza de la capital del reino en donde confirmará la "buena nueva" de su candidatura.
Susana Díaz y el aparato del partido van a echar el resto para que la anormalidad -de un derrocamiento y un golpe cobarde en contra del último Secretario General del PSOE- se convierta en normalidad palaciega.
Todo vale ya en el nuevo socialismo español. Más de cien años de historia arrojados a las cloacas de la política.