El diputado de Foro Isidro Martínez Oblanca, la persona de más confianza junto a Cristina Coto en estos momentos del general secretario Francisco Alvarez-CascosMariano Rajoy en el Congreso sobre el endémico problema que tiene Asturias con las infraestructuras. El presidente del gobierno reconoció el problema, prometió una vez más que la variante se acabará y para ello pidió que nos entendamos, los de allí con los de aquí y viceversa.
Lo cierto es que el ciudadano de a pié, nunca mejor dicho, está huyendo de utilizar el servicio público de transporte en Asturias. Ha bajado el uso de los autobuses sin que ni siquiera incluir a Oviedo en el consorcio de transportes del Principado haya servido para algo salvo para justificar a TUA en su momento la subida del billete creo que en diez céntimos. Del tren, ¿Qué les voy a contar?. Es una vergenza, especialmente en lo que se refiere a los servicios ferroviarios por vía estrecha, el antiguo FEVE hoy integrado en RENFE. Ayer mismo hubo que suspender varios servicios entre Oviedo y Gijón por falta de personal.
Si fuéramos una comunidad potente, como la del País Vasco, por ejemplo, otro gallo nos cantaría. Allí en su día la autonomía se hizo cargo del servicio de cercanías, lo mismo que en Cataluña, y funciona a la perfección, pero por el contrario en Asturias las transferencias fueron haciéndose de tarde en tarde y huyendo de aquellas que a juicio de los distintos gobiernos socialistas pudieran ser lesivas para nuestras siempre escasas arcas regionales. Siempre pongo el ejemplo de la Universidad de Oviedo que el Ministerio de Educación y Ciencia se la endosó al Principado tras una mala negociación del entonces presidente Antonio Trevín, hoy diputado que ya se ha apresurado a proclamarse "susanista" por aquello de arrimarse al en principio árbol más poderoso de su partido.
Algunos comentaristas apuntan incluso a una negativa de Foro Asturias a través de su único diputado Isidro Martínez Oblanca, que fue en la lista del PP para apoyar a Mariano Rajoy, en la esperada aprobación de los presupuestos generales de la nación para el 2017. Hombre, no creo que llegue a tanto la factura que en un momento dado el partido fundado por el general secretario pueda pasar a quien le cerró el paso al frente del PP asturiano, pero el Partido Popular necesita de todo apoyo que se preste a ser freno de la izquierda tal como dice su flamante presidenta regional Mercedes Fernández. Francisco Alvarez-Cascos se vio las caras en el Juzgado con el joven diputado de Podemos Segundo González, que hasta la cumbre de Vistalegre II llevaba las fianzas del nuevo partido. El chico en un calentón, supongo, puso en duda la honorabilidad del general secretario en su época de ministro de Fomento y ya sabemos como éste se las gasta.
En el País Vasco, son los más listos de esta España autonómica, el PNV ha recibido el plácet del partido Popular para sacar adelante su proyecto de presupuestos buscando el hábil de Rajoy la contraprestación al suyo en el Congreso. De todas las maneras el Partido Popular no lo está teniendo fácil para gobernar en minoría por mucho que su marca blanca, Ciudadanos, le ayude. La verdad, para mi no sería sorpresa que el jefe del Ejecutivo disolviese cualquier día de estos las Cortes y convocase en mayo nuevas elecciones generales en un intento de conseguir con Ciudadanos la mayoría absoluta. Las encuestas siguen siéndoles favorables pese al desgaste de corrupciones y demás.
A todo esto se está agotando por la FSA la contratación de autobuses para asistir el próximo día 26 en IFEMA de Madrid a la proclamación como candidata de Susana Díaz. Ha sido precisamente el diputado Antonio Trevín el primer socialista asturiano de relumbrón en proclamar su adhesión a a la lozana andaluza. Dígase lo que se diga la gestora se encuentra en manos de la presidenta de la Junta de Andalucía. Vamos, que el día 26 acudirán al acto más socialistas asturianos que aficionados oviedistas este fin de semana a Vallecas para apoyar al Real Oviedo aunque, por supuesto, no estará la riosellana Adriana Lastra. Juega en otro equipo.