Renovarse o morir

Patxi López estuvo de campaña para las primaras del PSOE en Gijón. Menos asistentes que cuando vino Pedro Sánchez y menos, seguro, que cuando venga Susana Díaz. Entre los asistentes al acto del ex lendakari, que cada vez tiene mayor cara de tristeza, el consejero de Industria Francisco Blanco, sin corbata, por supuesto, del que siempre me cuentan que fue el autor del programa económico de Pedro Sánchez y de quien es auténtico amigo además de compañero de partido.

También asistieron a la charleta de López la ex alcaldesa Paz Fernández Felgueroso, el ex secretario de la UGT Justo Braga y el director regional de Deportes José Ramón Tuero. El soniquete de los hoy por hoy dos candidatos, Susana Díaz no lo será hasta el próximo día 26, es el mismo: Unidad del partido, los contrincantes son el PP y compañía y de estas primarias no saldrán vencedores ni vencidos. Mucho me temo que la dura realidad será distinta y en algunos círculos hasta se habla incluso de la posibilidad de que si Pedro Sánchez pierde rompa con su partido y funde otro más escorado a la izquierda, camino de abrazarse a Podemos, a los que ni Javier Fernández ni la lozana andaluza pueden ver.

Susana Díaz si gana tendrá pronto que deshojar la margarita sobre si aspira o no a ser la candidata a la presidencia del gobierno en las próximas elecciones generales lo que la llevaría, sin duda alguna, a tener que dejar la presidencia de la Junta de Andalucía. Quizás la tardanza en anunciar su candidatura a la secretaría general del PSOE haya dado este mes un cierto protagonismo a los mítines de Pedro Sánchez que como los buenos toreros ha llevado mucho militante a las plazas e incluso acaba de recibir, más que nada un gesto simbólico, el apoyo de la alcaldesa de París Anne Hidalgo, nacida en San Fernando (Cádiz) y trasladada a los dos años a París. La señora ha dicho en su mensaje televisado refiriéndose a Pedro Sánchez: "Necesitamos líderes como tú". Un buen espaldarazo sin duda alguna, mientras la lozana andaluza cuenta con el apoyo de Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Antonio Trevín, Vicente Alvarez Areces y el propio Javier Fernández.

En la oposición, o sea, en el Partido Popular, Cherines está exultante tras el respaldo del 88 por ciento recibido de los votantes de su partido aunque estos no fueron muchos, apenas votó el 8 por ciento del censo. Por tanto ya queda proclamada como presidenta del partido conservador en el Principado. Me alegro por su fiel escudero Luis Venta.

De todas las maneras el tema de la corrupción sigue costando mucha imagen y credibilidad al partido gobernante en la nación y varios de sus barones, no el de Murcia, desde luego, se descuelgan del tren de futuro que Mariano Rajoy quiere seguir liderando. Por ejemplo, el presidente de Castilla Léon, Juan Vicente Herrera, un político discreto y eficaz que ya ha anunciado que no intentará repetir lo que abre una batalla por el control de nuestra vecina autonomía entre los alcaldes de Salamanca Alfonso Mauñueco y León Antonio Silván quienes gobiernan en minoría gracias a los votos en su momento de Ciudadanos. Lo que tenía que haber pasado en Oviedo pero a la candidatura de Agustín Caunedo le faltó un concejal o le faltó el tercero a Ciudadanos, según se mire.

También ha anunciado que se va el presidente de La Rioja Pedro Sánz que siempre ha tenido buen cartel en la derecha española y en Cantabria las aguas populares bajan revueltas con una facción en principio derrotada, la del hoy ministro de Fomento Iñigo de la Serna, ex alcalde de Santander, fuertemente enfrentado al presidente regional de dicho partido Ignacio Diego.


Creo que una parte importante de la opinión pública lo que pide a las distintas opciones políticas es renovación pero pocos aparatos hacen caso. Y ya se sabe, renovarse o morir. He ahí el quid de la cuestión.



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